El oasis y la borrasca

  • Si las tertulias de radio son un buen termómetro social, la temperatura futbolística no tiene nada que ver en Barcelona y en Madrid. Es evidente que las ondas que irradian Real Madrid y Barcelona en su área de influencia mediática dan mucha información sobre el momento que atraviesan los dos clubes, tanto en lo social como en lo deportivo.
"Vivir en campo contrario", por Carles Torras
"Vivir en campo contrario", por Carles Torras
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Carles Torras

Es una crítica habitual en Madrid decir que el "oasis catalán" es una realidad virtual creada por el poder autonómico para perpetuarse y poder libar tranquilamente las mieles económicas mientras los pobres contribuyentes deambulan por una suerte de "matrix" equilibrado y bien pensante donde la única discusión es si el "castell" más difícil de levantar es el cuatro de nueve "amb folre i agulla" o el tres de nueve "amb folre i manilles".

En Madrid se valora mucho más la tertulia desgarrada, el improperio lacerante y la retranca insidiosa. Parece como que si no hay confrontación radical de argumentos opuestos no existe auténtico debate en profundidad. Perderse en los matices es, según esta forma de ver las cosas, una argucia para orillar las cuestiones nucleares.

Será por este motivo que en el espacio mediático madrileño (que nada tiene que ver ya con el español, porque éste, afortunadamente, no es ya único sino diverso) las tertulias suelen abordar temas de gran formato: las ayudas arbitrales, el calendario de las distintas competiciones, las posibilidades de este o aquél equipo en esta o aquella competición, los altibajos de la selección nacional, o los distintos modelos de entrenador.

Cuanto más grande es el formato del tema, más difícil es ponerse de acuerdo y más fácil es que afloren diferencias, porque intervendrán más factores en la discusión. Así, el espectáculo está servido: el tono de voz se eleva y el clima de la conversación se calienta rápidamente.

Por esto me sorprendió, estos días que he pasado en Barcelona, volver a escuchar las distintas tertulias deportivas en emisoras de radio y cadenas de televisión del espacio mediático catalán. El tema estrella era la renovación de Dani Alves. La charla no era divertida, simplemente era interesante. Se analizaba la aportación del jugador al esquema de juego de Guardiola, se valoraban las posibles consecuencias de haberlo perdido, se repasaba la trayectoria del jugador y su estrategia negociadora y se diseccionaba el modus operandi de Sandro Rosell y su obsesión por mantener la triple escala salarial de la plantilla.

¡Qué sosiego, qué calma, que clima más zen! Unos lo verán provechoso, y otros lo encontrarán más bien tedioso. Sin pretender hacer un juicio de valor, sino un análisis frío, lo que es en todo caso es sintomático de los gustos de ambas masas sociales y del momento puntual de los dos clubes, uno en fase de "ajuste fino" y el otro todavía apuntalando las grandes vigas sobre las que levantar un proyecto deportivo.

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