El paso adelante de José Rodríguez

  • Aquello que era cuestión de fe para el Real Madrid Castilla hace algunos meses es hoy una realidad. El filial blanco, gracias a sus dos victorias seguidas ante el Alcorcón y el Hércules, es ya un aspirante más a la permanencia.

Madrid, 5 feb.- Aquello que era cuestión de fe para el Real Madrid Castilla hace algunos meses es hoy una realidad. El filial blanco, gracias a sus dos victorias seguidas ante el Alcorcón y el Hércules, es ya un aspirante más a la permanencia.

Conseguir ese estatus no ha sido fácil. Tras un comienzo de temporada histórico en lo negativo y una racha que alivió la agonía a finales del 2013; volvieron los sudores fríos en el amanecer del nuevo año. La consecución de un único punto sobre nueve posibles invitaba a la reflexión.

En términos reduccionistas, la cuestión pasaba por revolucionar o retocar. Cauteloso por norma con lo primero, el técnico José Manuel Díaz vio en la crisis una oportunidad. Con solo el movimiento de una pieza, han vuelto las buenas sensaciones.

No se trata sin embargo de un peón cualquiera. Hace tiempo que José Rodríguez dejó de ser soldado raso para entrar en la infantería de elite. Lo hizo después de superar con nota su graduación en el primer equipo, que llegó durante un partido de Copa del Rey ante el Alcoyano aún con Mourinho en el banquillo.

Aquella batalla, de la que salió repleto de medallas, acabó generando un conflicto bélico a gran escala entre el técnico portugués y Alberto Toril. Mientras el primero pedía más protagonismo para el centrocampista, el segundo apostaba por otros jugadores.

De hecho no apareció de forma reiterada en las alineaciones hasta la presente campaña, por lo general arrimando el hombro en el doble pivote junto a Omar Mascarell. Sin embargo en los dos duelos precedentes ha sido reubicado en otro ecosistema más atractivo, el que circunda el área rival.

En una de las arengas más icónicas del cine moderno Al Pacino, caracterizado como entrenador de fútbol americano en la película 'Un domingo cualquiera', resaltaba la importancia de cada pulgada en el camino hacia el triunfo. No pulgadas sino algunos metros es lo que ha avanzado José Rodríguez; los suficientes para recortar la distancia física y mental con el gol, la meta que persigue todo futbolista y que hay que traspasar para aspirar a los tres puntos.

Desencadenado, ha respondido con actuaciones más que notables. De los últimos seis goles de su equipo, ha regalado dos a sus compañeros y ha marcado otra pareja de ellos, ambos ocupando posiciones de remate más propias de un 'nueve'.

Eso le ha convertido en una alternativa fiable para el puesto de mediapunta, donde aporta cosas diferentes a las que ofrece Borja. Este último, más acostumbrado al movimiento entre líneas y a los pases precisos en distancias cortas, fue suplente en Alcorcón y tuvo que presenciar desde la grada el duelo ante el Hércules por lesión.

Está por ver si el movimiento tiene continuidad en las dos tardes trascendentales que se vienen encima, esas donde el Mirandés y el Barcelona B serán los rivales. A juzgar por lo que dejó caer en rueda de prensa José Manuel Díaz tras ganar el pasado sábado, lo anecdótico puede tornarse en costumbre.

"Nos da mucho en esta posición en la que está ahora. Va a seguir jugando ahí normalmente pero como sabemos de su versatilidad podemos jugar también con él en el centro del campo. Lleva marcando en las tres últimas jornadas y eso es importante para él porque no es un jugador que esté acostumbrado ni a estar cerca del gol, ni a marcarlos. Es una faceta nueva", declaró.

"Es una posición que no es desconocida para él y en la que lo puede hacer tan bien como lo está haciendo. Puede ser que siga jugando ahí. Los resultados nos dan la razón en ese sentido pero como es un jugador tan versátil y tiene ese poderío físico lo podemos emplear en función de los partidos en alguna de las dos posiciones en las que suele jugar", añadió.

El futbolista, por su parte, se remite al principio de obediencia: "Estoy jugando en una posición nueva e intentando hacerlo lo mejor posible donde el míster me diga. En la cantera ya había jugado en esta posición y me siento cómodo tanto de mediocentro como de mediapunta. El míster me pide que juegue de una forma, yo intento jugar como él me pide y estoy contento de jugar en esa posición".

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