"Tras 12 años en la Fórmula 1, como piloto principal o como tercer piloto, he tenido la oportunidad de apasionarme por el 'endurance' (resistencia) durante ocho temporadas. Eso quiere decir que he pasado la mitad de mi vida compitiendo al más alto nivel del deporte del automóvil", escribió Wurz, doble vencedor de las 24 Horas de Le Mans (1996 con un TWR-Porche, 2009 con un Peugeot 905).
Esas dos victorias en Le Mans permanecerán como los momentos más especiales e inolvidables de mi carrera, con mi podio en Silverstone en mi tercer Gran Premio de Fórmula 1", añade quien será el presidente de la Asociación de pilotos de Gran Prix (GPDA), encargada de la defensa de sus intereses en la categoría reina.
"En Fórmula 1 he tenido el privilegio de pilotar para las mejores escuderías, como Benetton, McLaren y Williams, contribuir a aumentar sus vitrinas de trofeos. He amado también el trabajo de probador, con los ingenieros para buscar mejorar el rendimiento", señaló el padre de familia austríaco.
"Mi futuro girará en torno a la carrera, porque lo llevo en la sangre después de todo. Aquellos que me conocen saben que siempre tengo muchos proyectos, especialmente en los ámbitos de la seguridad en ruta y del diseño de circuitos. Seguiréis viéndome, pero sin el mono de piloto...", concluyó Wurz con un toque de humor.
Titular de 1997 hasta el 2000 (Bennetton), después en 2005 (McLaren), y 2007 (Williams), Wurz disputó 69 Grandes Premios, sumando 45 puntos y subiendo tres veces al podio: en Silvertone en 1997, en Ímola en 2005, y en Montreal en 2007. Su mejor clasificación en el Campeonato del Mundo fue una octava posición en 1998, en su segunda temporada en la Fórmula 1.
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