El proyecto Bielsa no arranca y el Athletic ya está en puestos de descenso

  • El nuevo proyecto del Athletic Club con Marcelo Bielsa al frente de la parte técnica no termina de arrancar en la presente temporada liguera y, después de tres derrotas seguidas y sumar un punto de los 12 posibles, ya está en puestos de descenso con cuatro jornadas disputadas.

Ramón Orosa

Bilbao, 22 sep.- El nuevo proyecto del Athletic Club con Marcelo Bielsa al frente de la parte técnica no termina de arrancar en la presente temporada liguera y, después de tres derrotas seguidas y sumar un punto de los 12 posibles, ya está en puestos de descenso con cuatro jornadas disputadas.

Que solo se hayan jugado todavía cuatro partidos es quizás lo más positivo para el equipo bilbaíno, poco sólido en lo que va de campeonato y todavía adaptándose a una manera de jugar radicalmente opuesta a la de los últimos años.

Con Bielsa, el Athletic pretende mantener la iniciativa en el juego y buscar el área rival a través de una veloz y fluida circulación balón. Muy diferente al fútbol centrado en los balones largos hacia Fernando Llorente que proponía en la mayoría de las ocasiones -en muchas de ellas con éxito- Joaquín Caparrós.

Un cambio drástico al que todavía no se le ven los frutos y ha puesto muy nerviosa a la afición de San Mamés, que, además, no entiende ni comparte muchas de las decisiones del técnico rosarino. Sobre todo las relacionadas con los cambios de posición de jugadores anteriormente con puestos definidos.

Como las de retrasar a la defensa a Carlos Gurpegui o Javi Martínez, principales sostenes en la medular en los últimos cursos. Choca especialmente en el caso del campeón del mundo, que bordó de medio centro el Europeo Sub'21 en el que España logró en billete olímpico. Aunque a la vuelta de vacaciones también Vicente del Bosque le probó por delante del portero. Sin demasiada fortuna.

No obstante, Bielsa pretende una salida de balón más aseada y a los jugadores de perfil defensivo en la línea más atrasada, por lo que prueba y prueba en busca de lo que quiere.

Pareció dar con la tecla de ese juego con el 1-4-1-4-1 con el que inició la temporada completando dos buenos partidos a domicilio frente a Espanyol y Slovan de Bratislava, ante el conjunto eslovaco en un exitoso inicio de la fase de grupos de la Liga Europa. Dos impresionantes partidos de Iker Muniain, dinamizador del juego desde una a otra área.

Pero un desastroso choque posterior contra el Betis en San Mamés, que perdió y en el que pudo ser ampliamente goleado, le hizo cambiar de opinión y ante el Málaga buscó un poco más de protección atrás con tres centrales. Y no estuvo mal así el Athletic, pero le faltó llegada y además concedió más ocasiones de las que produjo.

Así, ante la calidad del millonario equipo de Manuel Pellegrini, no fue de extrañar el 1-0 final, que dejó a Muniain, estandarte del nuevo estilo, completamente hundido en medio del campo. El emergente juvenil parecía no acabar de entender lo que le está sucediendo a su equipo y como su descomunal esfuerzo de cada día se queda en nada.

Sensaciones que comparte el entorno rojiblanco, escamado por anteriores malos inicios de temporada que complicaron mucho el futuro de su equipo y un tanto falto de fe en la propuesta de un técnico que supone algo muy alejado a lo que durante los cuatro años anteriores, al menos en cuanto a resultados, funcionaba.

Eso hace de los dos próximos partidos ligueros, ante Villarreal en casa y Real Sociedad en Anoeta, choques de gran importancia para el devenir del equipo rojiblanco y también para que la Asamblea de Compromisarios del 10 de octubre no le sea un duro trago que pasar al nuevo presidente, Josu Urrutia.

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