El Real Madrid gana a lo grande la Supercopa de Europa al Sevilla

El nuevo Real Madrid se estrena a lo grande con el primer título de la temporada. Gana la Supercopa de Europa al Sevilla con una demostración de superioridad y potencial individual que le convierte en un equipo temible. También con un espíritu competitivo que le puede llevar a lograr el gran objetivo de los seis títulos. Ese hambre por convertirse en un equipo de leyenda lo encarnó el renovado Cristiano Ronaldo, que sin la cinta en la rodilla izquierda que sujetaba su maltrecho tendón rotuliano, vuelve a ser el futbolista exhuberante que está capacitado para destrozart a quien se le ponga por delante. En la buena saluda del portugués está el éxito del Real Madrid. Se puede hablar de que es el mejor fichaje tras un final de temporada en el que jugó muy mermado físicamente y un Mundial en el que se le vio sufrir con las lesiones musculares.

El Sevilla decidió plantear el partido sin riesgos. Le dio la pelota al Real Madrid, juntó sus líneas para no dejar espacios y obligó a que el equipo de Ancelotti elaborara fútbol con ataques en estático. No es como mejor se encuentra el campeón de Europa. Cuando le toca construir le cuesta llegar con la pelota jugada a las posiciones más adelantadas. Si a esto le añadimos que debutaban Kroos y James, la dificultad era mayor por esa falta de acoplamiento y conocimiento con sus nuevos compañeros. Kroos formó en el centro del campo junto a Modric y James. Una línea de tres en la que el alemán hizo de Xabi Alonso y el colombiano de Di María. Éste se quedó en el banquillo mientras que Khedira fue uno de los descartes. No se les echó de menos y eso habla bien de los fichajes. Por delante el equipo era más reconocible con Bale, Cristiano Ronaldo y Modric. Con apenas una semana de entrenamientos y sin ningún partido para conocerse el nuevo Real Madrid se fue imponiendo al Sevilla por la calidad individual y la experiencia de unos futbolistas que asustan.

Bale está por encima de todos físicamente y su poderío fue clave para remover al compacto conjunto sevillista. Cuando su equipo no tenía la pelota era un centrocampista defensivo más. Ayudó en el equilibrio. Del galés nació el primer gol en una jugada en la que con un preciso desplazamiento en largo conectó con Cristiano Ronaldo. El portugués bajó el balón al piso y superó a Beto en su salida. Cristiano, en el minuto 30, hacía justicia al dominio de su equipo frente a un Sevilla más temeroso y coservador. Bale y Cristiano Ronaldo ya habían tenido antes más ocasiones para marcar.

En una primera parte de clara superioridad blanca hay que destacar dos intervenciones de Casillas en dos errores de sus compañeros. Primero erre un pase Carvajal, que fue interceptado por Vitolo. Su disparo ajustado al poste lo sacó Iker. Tuvo otro acierto en un fallo de James. El colombiano despejó con su pierna mala, la derecha, y el balón cayó en los pies de Carriço. Casillas, en su mejor versión de intuición, atención, agilidad y reflejos, se tiró encima para desviar el disparo. Evitó dos goles. Y un tercero en la segunda parte en un disparo de Krychowiak.

El partido se le puso cuesta arriba al Sevilla, que en el inicio de la segunda parte hizo lo que más temía. Tenía que irse arriba a buscar el gol, debía llegar más y tomar riesgos. Dejó espacios y Cristiano Ronaldo, en el minuto 48, lo reventó. En esta ocasión fue Benzema el que le envió el balón en largo para que el portugués, con la izquierda, acribillará a Beto. Se le doblaron las manos a su compatriota. Bale y Benzema saben cómo se las gasta Cristiano Ronaldo y le buscan. El acoplamiento de estos tres futbolista compensa cualquier desequilibrio. Con la ventaja de dos goles el resultado pudo ser más abultado con claras ocasiones de Benzema y James.
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