El Real Madrid sigue sin carburar a domicilio

  • Lo que parecía el primer triunfo liguero con autoridad a domicilio de la temporada del Real Madrid en Vallecas, con tres tantos de ventaja ante el Rayo Vallecano, acabó como un capítulo más de la mala imagen que ofrece el equipo de Carlo Ancelotti alejado del Santiago Bernabéu, donde vence sin convencer.

Roberto Morales

Madrid, 3 nov.- Lo que parecía el primer triunfo liguero con autoridad a domicilio de la temporada del Real Madrid en Vallecas, con tres tantos de ventaja ante el Rayo Vallecano, acabó como un capítulo más de la mala imagen que ofrece el equipo de Carlo Ancelotti alejado del Santiago Bernabéu, donde vence sin convencer.

Desesperó por primera vez desde que llegó al banquillo madridista a Ancelotti lo que definió como "superficialidad" de sus jugadores. Se refería el técnico italiano al conformismo que muestran en fases del partido que juegan como visitantes, que les conduce a la relajación y los problemas.

El Real Madrid no defiende como equipo y es en la actitud defensiva del grupo donde nacen sus problemas cuando juega fuera de su estadio. La pegada de los tres delanteros por los que apuesta Ancelotti, se contrarresta con sufrimiento para los zagueros.

La falta de presión como bloque es el inicio del problema, la nula ayuda a los laterales de extremos tan ofensivos como Cristiano Ronaldo y Gareth Bale provocan desequilibrio. El medio centro es el encargado de acudir al grito de auxilio. Abandona su posición y se generan espacios que aprovechan los rivales. Así, el Real Madrid ha encajado nueve tantos como visitantes de los dieciséis que ya acumula en la Liga BBVA.

Sólo en su primera salida consiguió dejar su puerta a cero. Fue en Granada, en la segunda jornada del campeonato, cuando se impuso sin brillo en Los Cármenes gracias al tanto de Benzema (0-1). Desde entonces, nueve tantos en cinco partidos. Una elevada media de 1,8 por encuentro que ha encajado Diego López.

Al empate en la visita al Villarreal, después de ver cómo un recién ascendido a la Liga BBVA le pasaba por encima en fases del partido y le salvaba la pegada de Bale y Cristiano Ronaldo (2-2), le siguió el triunfo con polémica en Elche (1-2). El colegiado Muñiz Fernández estuvo un tiempo en la 'nevera' tras perdonar la segunda amarilla a Sergio Ramos y señalar un penalti extraño sobre Pepe cuando el tiempo añadido ya superaba lo estipulado.

La victoria ante el Levante, tirando de orgullo cuando perdía a falta de cuatro minutos para el final y los goles en el tiempo añadido de Álvaro Morata y Cristiano permitieron la remontada (2-3), precedió al partido de la impotencia en el Camp Nou donde los experimentos por los que apostó Ancelotti no dieron resultado (2-1).

La salida a Vallecas ante un equipo que descendía al último puesto de la clasificación, parecía idónea para cambiar el rumbo y firmar una goleada que refrendase el buen nivel mostrado en el Bernabéu. Los tres goles que cosechó en 48 minutos invitaban al optimismo, pero por segundo partido consecutivo el Real Madrid se complicó. Lo vivió ante el Sevilla y tres días después ante el Rayo. Cuatro penaltis en contra en dos partidos.

El objetivo que marcará Ancelotti será dar por finalizada la sangría de goles en contra y mejorar la imagen a domicilio. Sus próximas salidas ligueras son ante Almería y Osasuna. De momento, en doce jornadas, dobla los goles en contra de los otros dos aspirantes al título. El Real Madrid ha encajado 16, lo que resta brillo a su pegada.

Ésta es la parte positiva del equipo que va perfilando Ancelotti con el pase de los partidos. Ya ha encontrado su tridente ofensivo. Con Bale repartiendo cuatro asistencias de gol en dos partidos, Cristiano insaciable marcando cinco tantos a Sevilla y Rayo, y Benzema reencontrándose con el gol con tres goles en las dos últimas jornadas.

La buena sintonía de los tres provoca que el técnico madridista tenga que buscar una nueva demarcación a Ángel Di María. En Vallecas estuvo perdido en el centro del campo e Isco Alarcón volvió a quedarse sin jugar un minuto. La fórmula para juntar a todos es imposible por la falta de equilibrio. En Vallecas desapareció la figura de un centrocampista defensivo y Ancelotti tomó nota: "No volverá a ocurrir", avisó tras señalar los errores cometidos.

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