El resumen de MotoGP: Montmeló renovará cinco años y Pedrosa es duda para Inglaterra

El GP de Catalunya, que este fin de semana celebró su veinte aniversario en el Circuito de Montmeló, seguirá siendo una de las sedes fijas del mundial durante cinco años más, y continuará como uno de los pocos circuitos que alberga las grandes pruebas de F1 y MotoGP.

La carrera del circuito de Montmeló volvió a ofrecer un dominio demoledor de las Honda, especialmente la de Casey Stoner, ya que la ausencia de Pedrosa dejó al australiano como el único protagonista de la carrera reina. Jorge Lorenzo (Yamaha) agarró el segundo puesto como mal menor, que a la postre le permite seguir siendo el líder de la general.

Las Honda parecen insuperables. Posiblemente de no haber caído Stoner en Jerez, la escudería japonesa hubiese hecho un repóquer de triunfos en el mundial, ya que Lorenzo hubiese tenido que jugársela con el australiano.

Para la próxima carrera, en Inglaterra, Lorenzo volvió a lanzar dudas acerca del comportamiento que tendrá su motocicleta respecto a las Honda, que considera que están muy por encima de la suya y que de seguir esta situación su liderato se esfumará en breve. Tras cinco carreras, el mallorquín sigue teniendo siete puntos de ventaja en lo alto de la general.

Lorenzo ha informado de que para la carrera de Brno dispondrá de una mejora considerable en su motocicleta, pero hasta el GP de la República Checa aún faltan seis carreras, en las que el español deberá resistir ante la superioridad de sus rivales, si ya no es demasiado tarde para optar a renovar el título de campeón del mundo.

Menos esperanzas se vislumbran para Pedrosa en este mundial, tocado moralmente y físicamente por una serie de lesiones, como la última rotura de clavícula, ya que por no haber puntuado en Cataluña, en Le Mans, y a la espera de si podrá correr en Inglaterra, casi que queda descartado en la lucha por el título.

Otra Honda que se había destacado como candidata al triunfo en Montmeló fue la satélite del italiano Marco Simoncelli, en el ojo del huracán todo el fin de semana por haber sido señalado como el culpable del accidente de Pedrosa en Le Mans.

De hecho, no fue hasta la reunión del jueves con la dirección de carrera en Montmeló cuando Simoncelli reconoció haberse equivocado. Demasiado tarde para calmar los ánimos de los aficionados, que le estuvieron silbando durante todo el gran premio, hasta el punto de que su equipo le colocó un guardia de seguridad privado, al que acompañaron dos números de los mossos d'escuadra para proteger la integridad física del piloto.

Hizo la 'pole' el sábado y todo apuntaba a que por fin se desataría como el campeón que pretende ocupar el espacio de su idolatrado Valentino Rossi, pero después de hacer un arranque de carrera para olvidar, quejó atrapado en medio del pequeño grupo de pilotos, trece en total.

Así, sin Simoncelli, con las dudas de Lorenzo y el desaparecido Valentino Rossi, quien sigue en proceso de adaptación con su nueva Ducati, todo apunta a que si Stoner da el tirón definitivo en estos dos meses cargados de carreras el título para el australiano llegará antes de que finalice el mundial.