El Sevilla cierra su peor año de la última década

  • El Sevilla FC ha cerrado 2012 como el peor año en lo que va de la última década, después de estar casi una década insertado entre los primeros de la Liga y ser habitual en las competiciones europeos, pero ahora el descanso navideño ha llegado amargo tras estar acostumbrado recientemente a continuos éxitos.

Antonio Gutiérrez

Sevilla, 24 dic.- El Sevilla FC ha cerrado 2012 como el peor año en lo que va de la última década, después de estar casi una década insertado entre los primeros de la Liga y ser habitual en las competiciones europeos, pero ahora el descanso navideño ha llegado amargo tras estar acostumbrado recientemente a continuos éxitos.

El equipo hispalense no cerró bien el balance de 2011, tras caer eliminado a las primeras de cambio en la Liga Europa, y ello derivó ya en 2012 a la destitución de su técnico, Marcelino García Toral, y a la llegada de José Miguel González 'Míchel'.

El entrenador madrileño no logró enderezar el rumbo desde que se hiciera cargo del equipo en la jornada 27 en la undécima posición de la tabla y acabara la temporada 2011-12 noveno después de haber sumado durante su dirección siete triunfos, las mismas derrotas y tres empates.

El Sevilla, después de ocho años consecutivos con participaciones en torneos continentales, entre La Copa de la UEFA, la competición que la sustituyó -Liga Europa- y la Liga de Campeones, se quedó esta campaña sin torneo europeo, pero el consejo de administración decidió darle una oportunidad a Míchel para que continuara en el club y que fuera él el que planificara e iniciara el proyecto 2012-13.

El club hispalense parece entrar en un claro cambio de ciclo, en el que la plantilla paulatinamente ha dejado de tener peso, al cumplir sus etapas jugadores como Javi Navarro, Dani Alves, Adriano Correia, Seydou Keyta, Renato Dirney o el propio Frederic Kanouté, y entrar otros de menos caché que no ha progresado lo esperado bajo la batuta de Míchel.

Caso particular fue el del delantero José Antonio Reyes, quien regresó el pasado enero a su equipo de toda la vida después de pasar por el fútbol inglés o portugués y en España por el Real Madrid y Atlético de Madrid, pero el futbolista utrerano ha sido un reflejo de una generalidad en del equipo y no ha mostrado todo lo esperado.

Así, ya en esta campaña, el equipo andaluz cierra el año en el puesto decimocuarto en la Liga tras diecisiete jornadas disputadas y mas cerca de los puestos de descenso, de los que está a cuatro puntos, que de los europeos, a ocho.

Sólo algunos zarpazos de calidad, como los buenos partidos disputados ante el Real Madrid y FC Barcelona y la 'manita' (5-1) al 'eterno rival', el Real Betis, han sido alegrías de este año, unido también a la marcha en la Copa del Rey, en la que superó con contundencia al Espanyol (6-1 en el total de la eliminatoria) y prácticamente ha dejado sentenciado el pase a los cuartos de final al ganar al Mallorca en la ida de octavos por 0-5.

La mala racha deportiva ha ido unida a la económica y social, pues en este diciembre el club ha presentado por primera vez en los diez años de gestión del presidente José María del Nido unas cuentas negativas de quince millones de euros.

Este déficit ha sido propiciado por no disputar el equipo competición europea, lo que ha influido también en un sustancial decrecimiento de abonados y que el club padece los rigores de la crisis económica general.

El propio Del Nido, que tiene en su cartera de logros ser el presidente de un Sevilla campeón, con seis títulos obtenidos -dos copas de la UEFA, dos copas del Rey, una Supercopa de Europa y una Supercopa de España-, se encuentra ahora cuestionado por parte de la afición.

A parte de los procesos judiciales contra él en los que está inmerso por su labor profesional de abogado, el máximo dirigente del club ha querido cortar de raíz la violencia en el estadio Ramón Sánchez Pizjuán y por ello se le ha puesto en contra el sector más radical de los seguidores sevillistas, algo que no ayuda a la paz social y menos cuando la marcha deportiva y económica empieza a hacer aguas tras una 'década prodigiosa'.

Mostrar comentarios