El sindicato mundial de jugadores, preocupado por la violencia en el fútbol

Redacción Deportes, 20 nov.- El sindicato mundial de futbolistas, FIFPro, ha instado hoy a las autoridades nacionales y a las federaciones de fútbol a que erradiquen la violencia de este deporte después de los "preocupantes incidentes" ocurridos en los últimos diez días y de los que han sido víctimas jugadores.

"La semana pasada fue espantosa para el fútbol profesional y para todos sus jugadores y seguidores. Casi cada día se me informaba de un incidente violento cuyo objetivo era el futbolista profesional", ha señalado el portavoz de FIFPro en materia de bienestar del jugador, Tony Higgins.

Entre esos incidentes figura el lanzamiento de piedras contra el autobús de Zambia en Johannesburgo después de derrotar a domicilio a Suráfrica (0-1), en el que resultó herido el portero Kennedy Mweene; o el lanzamiento de bengalas al campo durante un partido entre los equipos argentinos Independiente y Belgrano, una de las cuales dejó aturdido al guardameta de este último conjunto, Juan Carlos Olave.

Además, el pasado sábado el partido de la liga rusa entre el Zenit de San Petersburgo y el Dinamo de Moscú tuvo que suspenderse a finales del primer tiempo cuando el portero del Dinamo, Anton Shunin, sufrió una lesión ocular a consecuencia de los numerosos petardos y objetos lanzados por los hinchas del Zenit lanzaron.

"Algunas personas todavía no entienden que los futbolistas profesionales son seres humanos '¿No se dan cuenta estas personas de que jugadores como Mweene, Olave y Shunin podrían quedar incapacitados para el resto de su vida a consecuencia de sus gamberradas?", señala Higgins.

FIFPro, portavoz de todos los futbolistas profesionales del mundo, ha exigido por ello que las autoridades nacionales de todos los países, junto con las federaciones nacionales de fútbol y los clubes, "impidan que los jugadores resulten heridos por los hinchas que causan incidentes violentos".

En este sentido, Higgins ha mostrado su satisfacción por el anuncio del primer ministro ruso, Dmitry Medvedev, de que habrá reformas legislativas para castigar con penas de cárcel hechos como los ocurridos en San Petersburgo.