El Sky saca pecho

  • "Froome podía haber subido más rápido el Mont Ventoux", afirmó el director del Sky Dave Brailsford, mientras el maillot amarillo del Tour reprochaba a Alberto Contador los riesgos corridos en el descenso del col de Manse.

Luis Miguel Pascual

Gap (Francia), 16 jul.- "Froome podía haber subido más rápido el Mont Ventoux", afirmó el director del Sky Dave Brailsford, mientras el maillot amarillo del Tour reprochaba a Alberto Contador los riesgos corridos en el descenso del col de Manse.

La formación británica ha abandonado su habitual perfil bajo para pasar a la ofensiva, hartos de las sospechas de dopaje y de ser el blanco de todos los ataques.

El equipo inglés ha cambiado la estrategia, ya no es la formación timorata que llevó en volandas a Bradley Wiggins al puesto más alto del podium de los Campos Elíseos el año pasado. Ahora son un equipo ofensivo, dentro y fuera de la carretera.

Durante la jornada de descanso de ayer, lunes, el Sky enseñó las uñas ante las constantes preguntas sobre las sospechas que hay entorno a la limpieza de las gestas de Froome.

Hoy, tras la etapa que acabó en Gap y en la que el líder tuvo que afrontar varios ataques de Contador, los ingleses entraron en el cuerpo a cuerpo psicológico con la formación danesa Saxo, a la que acusaron de ir "a la desesperada".

"Dan la sensación de estar jugando todo a una carta, de que corren riesgos no calculados", afirmó el corredor nacido en Nairobi, que estuvo a punto de verse arrastrado por la caída de Contador.

El británico pudo evitarlo y, aunque se fue a la cuneta y tuvo que poner pie a tierra, no se fue al suelo, como su rival.

"Lo que ha hecho Alberto es peligroso, no es bueno", agregó el ciclista, que con un colchón de más de cuatro minutos en la general ve como solo un accidente puede privarle de ganar el Tour.

Mientras, Brailsford se obstina en que el triunfo de su pupilo no pierda brillo, pese a las constantes sombras de dopaje que pesan sobre el mismo.

Froome negó que esté tomando ningún producto para combatir el parásito que contrajo en África y que le come los glóbulos rojos.

Aseguró que se somete a un tratamiento cada seis meses y que la última vez que lo tomó fue en enero.

Brailsford volvió a ofrecer la posibilidad de entregar los parámetros biológicos de su ciclista a la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) para evitar la sospecha, pero dijo que no los publicarían a todo el mundo.

"Ha costado mucho dinero hacer el método de entrenamiento que hemos puesto en marcha, no podemos difundirlo, hay cláusulas de confidencialidad y de secreto médico", dijo el manager.

En cambio, el patrón del Sky dio una pequeña muestra de esos datos. Según sus cifras, Froome no ha ganado en potencia en los últimos tres años, pero el ciclista "ahora la sabe utilizar de forma más eficiente".

Brailsford ha fabricado un campeón y no quiere que nada ni nadie se lo manche. El director ha partido en cruzada contra el "viejo ciclismo", el que "durante años amparó y albergó mucho dopaje".

Para combatir la falta de crédito heredada de esa época, el técnico apuesta por la carta de la transparencia, por mirar "este deporte con nuevos ojos para no repetir los errores del pasado".

Brailsford comprende que solo pidiendo confianza no es suficiente para recuperar el crédito, por lo que ha entrado en contacto con la Agencia Británica Antidopaje para que analicen los datos fisiológicos de sus corredores.

Junto a ello, el patrón del Sky espera cambiar también su forma de correr para reconquistar a los aficionados. El Sky defensivo del año pasado, que nadaba en las contrarreloj con Wiggins y se limitaba a guardar la ropa el resto de las etapas, ha dado paso a un equipo más ofensivo.

"A mi me gusta el ciclismo de ataque, fue eso lo que me hizo apostar por este deporte", señala Brailsford, que justifica así las gestas de su campeón.

La variable que todavía no ha sabido resolver el entrenador es la de que en el ciclismo los ataques en la carretera llevan aparejadas las sospechas.

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