El tópico se hace carne: lo del sábado sí es una final

  • En el poblado universo de los tópicos futbolísticos brilla con luz propia uno al que no se cansan de recurrir, semana tras semana, jugadores, entrenadores y directivos: aquel que proclama que el próximo partido, sea cual sea, "es una final".

Natalia Arriaga

Madrid, 15 may.- En el poblado universo de los tópicos futbolísticos brilla con luz propia uno al que no se cansan de recurrir, semana tras semana, jugadores, entrenadores y directivos: aquel que proclama que el próximo partido, sea cual sea, "es una final".

Treinta y siete jornadas de liga después, tras disputarse 370 partidos, el campeonato de Liga se va a decidir en un solo encuentro, el Barça-Atleti del sábado. Por fin, esta vez sí, el tópico es cierto: este partido es una final.

Para llegar hasta aquí, sin embargo, ha habido que jugar innumerables 'finales', casi siempre intrascendentes. En todas ellas -¡sorpresa!- sucedió lo mismo: el equipo que ganó se llevó los puntos, el que perdió se quedó sin ellos, se los repartieron si empataron y los dos volvieron a jugar la semana siguiente como si tal cosa.

Corría octubre de 2013 cuando el valencianista Dani Parejo tuvo el arrojo de referirse por primera vez en esta temporada a "una final". Así lo atestiguan hemerotecas y bancos de datos: "El partido de esta noche ante el Almería es una final", dijo el centrocampista. Sólo se habían jugado diez jornadas, quedaban 84 puntos por disputarse y el Valencia era décimo en la tabla, pero daba igual: ya había que afrontar cada partido como si fuera el último.

Una vez abierta la veda, fueron cayendo de forma inmediata en el tópico jugadores ("Hay que concentrarse en la final del domingo ante el Rayo", Guillermo Sara, del Betis), entrenadores ("Hay que afrontar el partido ante el Espanyol como si fuera una final", Juan Ignacio Martínez, del Valladolid) y presidentes ("El equipo necesita todo el apoyo de la afición en el partido ante el Almería, que es una final", Miguel Guillén, del Betis), con pocas excepciones.

Además, los profesionales del fútbol han contagiado el 'virus de la final' a los medios de comunicación (¿o habrá sido al contrario?), que se han referido a decenas de finales, jornada sí y jornada también, en crónicas y previas durante todo el curso. Ni siquiera se emplean las comillas para validar el término.

Entre los adeptos al 'finalismo' hay auténticos devotos. Esta campaña que ahora concluye se ha llevado el primer premio el entrenador del Betis, el argentino Gabriel Calderón, que llegó en enero al banquillo verdiblanco con la palabra 'final' en la boca y no se le cayó hasta que el pasado 26 de abril, por desgracia para el equipo, se consumó su descenso a Segunda.

A última hora se incorporó al club de los 'finalistas' el también argentino 'Cholo' Simeone, protagonista de la final del próximo domingo -la auténtica-, que el pasado 13 de abril cambió el discurso del "partido a partido" por el de "final tras final".

Final, lo que se dice final, es "la última y decisiva competición en un campeonato o concurso". Así lo dice la RAE. Así que mención de honor a Sergio Sánchez, defensa del Málaga, que en febrero, ante un partido contra el Málaga, impuso por fin la cordura semántica: "No es una final, porque eso es cuando ya no hay nada más por delante".

Fernando Vázquez, el técnico del Deportivo -si hay 'finales' en Primera, ¡cuántas más no habrá en Segunda!-, introdujo el concepto de 'final, pero menos': "Para nosotros es una final, pero no tenemos tanta necesidad como el Mallorca", dijo ante un partido frente al conjunto balear.

Ni que decir tiene que, a medida que se aproximaba la conclusión de la temporada, prácticamente todos los partidos, sin excepción, adquirían la condición de finales.

"Es una final", sentenció el madridista Carlo Ancelotti ante el partido atrasado en Valladolid de este 7 de mayo. Ni siquiera el empate en ese partido, que parecía fatal para las aspiraciones ligueras blancas, resultó decisivo a la vista de los resultados de terceros.

En las próximas horas se vivirá la apoteosis del 'finalismo', a la espera del partido definitivo del Camp Nou. Tampoco este encuentro, la verdad, cumple las condiciones: no es necesario que uno de los dos equipos gane para proclamarse campeón, porque al Atlético le basta el empate al llegar con tres puntos de ventaja. Pero a ver quién le discute a los protagonistas del choque, sobre todo al 'Cholo' Simeone, que lo del sábado es una final.

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