El Valladolid no "somete" al Barça en Zorrilla desde la temporada 2002/2003

  • Valladolid.- El FC Barcelona, que visita Zorrilla el próximo sábado, no pierde en el feudo vallisoletano desde el 20 de octubre de 2002, cuando cayó (2-1) ante un Real Valladolid dirigido por el catalán José Moré aunque, tradicionalmente, el estadio y el equipo vallisoletanos han sido propicios para los azulgranas.

El Valladolid no "somete" al Barça en Zorrilla desde la temporada 2002/2003
El Valladolid no "somete" al Barça en Zorrilla desde la temporada 2002/2003

Valladolid.- El FC Barcelona, que visita Zorrilla el próximo sábado, no pierde en el feudo vallisoletano desde el 20 de octubre de 2002, cuando cayó (2-1) ante un Real Valladolid dirigido por el catalán José Moré aunque, tradicionalmente, el estadio y el equipo vallisoletanos han sido propicios para los azulgranas.

Ese día, el Real Valladolid consiguió doblegar a un Barcelona poco efectivo ante el portal de Albano Bizzarri y un gol postrero, obra del argentino Javier Saviola en el minuto 90, sólo sirvió para propiciar una derrota mínima de los catalanes.

Aganzo y Pachón marcaron los goles de un Valladolid dirigido por Pepe Moré y que alineó a Bizzarri; Torres Gómez, Gaspar, Caminero, Marcos; Sales (Ciric, min. 94), Ricchetti, Colsa, Chema (Sousa, min. 65); Oscar Sánchez y Aganzo (Pachón, min. 85).

Por lo demás, el Barca ha ganado dieciocho veces en Zorrilla, ha empatado diez y ha perdido once, de modo que estadísticamente el estadio vallisoletano ha sido talismán para el equipo azulgrana

Algunas de esas victorias en Valladolid han sido jornadas gloriosas para la historia del club catalán. Así por ejemplo, en Zorrilla nació el grito de "Urruti, t'estimo!" del periodista catalán Joaquín María Puyal.

Un 24 de marzo de 1985, Francisco Javier González Urruticoechea, "Urruti", guardameta del equipo blaugrana desde 1981 a 1987, pasó a la historia en el estadio vallisoletano por el penalti que le paró en los instantes finales del partido al delantero salvadoreño del Valladolid Jorge "Mágico" González y que le dio el título a un Barça dirigido desde el banquillo por el británico Terry Venables.

Hay más ejemplos de un estadio Zorrilla favorable, conveniente y amable para el Barça. Así, un 20 de diciembre de 1998, el equipo azulgrana halló un punto de inflexión en Zorrilla, ya que en este estadio salvó la cabeza el técnico holandés Louis Van Gaal que llegó con su destitución pendiente de "un hilo".

Xavi Hernández rompió la racha de derrotas de su equipo (0-1) y aquella noche el equipo azulgrana inició una secuencia de resultados positivos que le permitieron lograr el título de Liga. Era el Barça de los Figo, Kluivert, Rivaldo, Abelardo y el mencionado Xavi.

Tal vez el partido en el que los blaugranas han sufrido más daño en Zorrilla durante las últimas décadas fue el de la temporada 96-97, cuando el Barça del mejor Ronaldo pudo ser goleado y acabó perdiendo 3-2 con un Valladolid, entrenado por el chileno Vicente Cantatore, y que dilapidó muchas ocasiones de gol durante la segunda parte.

Otro día especialmente malo para el Barca en Zorrilla fue el primer partido de la temporada 89/90, cuando Johan Cruyff sorprendió con una alineación "extravagante". El holandés Ronald Koeman jugó de interior derecho y un inédito Lucendo de extremo izquierdo.

Los azulgranas encajaron en aquel partido sendos goles de Damián y Janko Jankovic y el 2-0 final se quedó incluso corto para lo que fue el partido, siempre dominado por un Real Valladolid dirigido por el croata Yosip Skoblar.

La última visita del Barça a Zorrilla fue el cuatro de abril del año pasado. El FC Barcelona doblegó al Real Valladolid con un gol del camerunés Samuel Eto'o en un partido reñido y peleado, en el que los catalanes dosificaron su "armamento" al prescindir inicialmente de Lionel Messi y de Daniel Alves, además de no contar con Henry en todo el encuentro.

Este año, sin partidos de Copa del Rey, sin el llamado "virus" FIFA y en un mes sin compromisos de 'Champions', el Barca vendrá con todas sus armas y será un rival muy difícil de "aplacar" para un Valladolid que, en caso de derrota, podría caer a posiciones de descenso.

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