El Zaragoza se sube de nuevo a la cuerda para otra temporada de funambulismo

  • El Real Zaragoza, por tercera temporada consecutiva, parece dispuesto a asumir de nuevo el riesgo de auparse a la cuerda floja y afrontar un nuevo ejercicio de funambulismo en el que la caída conduce inexorablemente a la Segunda División.

José Luis Sorolla

Zaragoza, 14 ago.- El Real Zaragoza, por tercera temporada consecutiva, parece dispuesto a asumir de nuevo el riesgo de auparse a la cuerda floja y afrontar un nuevo ejercicio de funambulismo en el que la caída conduce inexorablemente a la Segunda División.

Con dos campañas a sus espaldas salvadas 'in extremis', en las que se ha visto obligado a protagonizar dos sobresalientes remontadas en la segunda vuelta, el equipo parece incluso haber acortado de manera imprudente la longitud de la barra de equilibrio que le ha permitido solventar los apuros que le ha tocado vivir.

Los tropiezos que pusieron el alma en vilo de sus seguidores los solventaron como pudieron, primero, José Aurelio Gay y Mohamed Alí Hamar, 'Nayim', con la llegada de hasta siete nuevos jugadores en el invierno de 2010, y después, tras sustituir en el banquillo a ambos, el mexicano Javier Aguirre, quien no para de recordar que "aquí cada semana pasa alguna cosita".

A los problemas deportivos no resueltos se ha unido su solicitud de concurso voluntario de acreedores en la que se encuentra desde el pasado 13 de junio y de la que ahora trata de salir bajo la supervisión de los administradores concursales.

Otro problema añadido puede surgir de la convivencia en el vestuario de hombres con importantes cantidades de dinero pendientes y con innumerables promesas incumplidas a sus espaldas, con los recién llegados con el cobro de sus emolumentos garantizados por la Ley Concursal.

El ejemplo más claro ha sido la llegada del Benfica del portero Roberto Jiménez por 8,6 millones de euros. Un fondo de inversión vinculado al presidente Agapito Iglesias lo hizo posible, en un gasto que se estima excesivo para un equipo con necesidades mucho más perentorias en otras posiciones.

La entidad maña se ha deshecho, con el claro objetivo de inyectar dinero fresco al club, de dos de sus soportes la pasada temporada en el centro del campo, Gabi Fernández y Ánder Herrera, desmembrando una demarcación que en los tres partidos de la concentración de Inglaterra ha quedado patente que por el momento no existe y que ahora ha reforzado con la llegada del argentino Franco Zuculini.

En la delantera se está a la espera de que se produzca la llegada de un jugador que garantice un número de goles que permita afrontar los partidos con un mínimo de tranquilidad, sobre todo después de que la pasada temporada Gabi fuese el máximo goleador del equipo con once tantos entre Liga y Copa.

Los otros cinco fichajes (Juan Carlos Pérez, David Mateos, Abraham Minero, Edu Oriol y Efraín Juárez) han sido jugadores con proyección de futuro, pero que también deberán asumir la responsabilidad de sacar el equipo adelante, algo que no han tenido que hacer en los clubes de los que proceden.

No obstante, en el equipo aragonés habrá que estar pendientes de lo que suceda hasta el próximo 31 de agosto o incluso más tarde con los futbolistas que se queden en paro, para dar por cerrada la nueva plantilla.

La temporada se presenta con emociones fuertes de vivir peligrosamente para el Real Zaragoza y en treinta y ocho partidos deberá demostrar que es capaz de seguir sobreviviendo en Primera División.

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