El combinado nacional se impuso en un partido en el que fue siempre muy superior al cuadro asiático. Desde el pitido inicial el conjunto español se lanzó ataque buscando constantemente el área rival frente a unas coreanas que apenas inquietaban las inmediaciones del área española. Pese a las numerosas oportunidades de España y al sin fin de lanzamientos sobre la puerta rival, el partido llegaría al descanso con empate sin goles, dejando las espadas en todo lo alto de cara a la segunda mitad.
Tras la reanudación, el equipo español siguió con la misma actitud ofensiva del primer periodo, encontrando el premio a su tesón a los 56 minutos, cuando Raquel Pinel ponía el 1-0 en el marcador que al final sería definitivo. Tras el gol español, las coreanas intentaron reaccionar buscando el empate e intentaron buscar el área rival. Sin embargo el combinado asiático no tuvo acierto en sus acometidas sobre la puerta española y tuvo que conformarse con el cuarto puesto en este Campeonato del Mundo, donde defendía el título.
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