España mejora y arrolla a Francia

  • La selección española de basket sumó su segunda victoria en otros tantos partidos tras vencer cómodamente a Francia por 81-65. Los hombres de Scariolo jugaron bastante mejor que ante Gran Bretaña, demostrando que poco a poco empiezan a engrasar una máquina a la que, pese a todo, aún le queda mucho rodaje por hacer.

Rudy Fernández debutó en el partido ante Francia
Rudy Fernández debutó en el partido ante Francia
lainformacion.com
Manu Albarrán

Con la novedad de Rudy en el quinteto inicial -el lunes fue baja por precuación- pero con la sorprendente suplencia de Pau Gasol, España saltó a la cancha dispuesta a demostrar que sabe jugar mucho mejor de lo que lo hizo ante los ingleses.

Desde los primeros compases se notó que la mente de todos los jugadores se había despejado, las piernas estaban más frescas y las ideas más claras. Con Calderón como director y Llull y Rudy como armas ejecutoras, España empezó a atormentar a una defensa gala que no sabía si salir al perímetro o intentar frenar a Marc e Ibaka en la pintura.

Los tiros entraban y los sistemas se ejecutaban a la perfección pese a que los jugadores galos eran claramente superiores en el plano físico. Incluso en defensa se notó la mejoría de un equipo que dejó a la Francia de Parker -que sólo jugó los seis primeros minutos, Diaw y Turiaf en 11 puntos en el primer cuarto y 29 al descanso.

Falta consistencia

Si en el primer periodo España empezó a mostrar sus virtudes, en el segundo sacó a relucir sus defectos. Las cosas empezaron a salir mal y, aunque a Francia también les costaba anotar, el marcador se igualó gracias a la intensidad defensiva gala. Sin embargo, el juego interior -personificado en Pau- y el dominio reboteador permitieron a España dejar el luminoso en 38-29 al descanso.

Tras el cambio de pistas, y con el quinteto inicial en pista, España volvió a escaparse. Marc volvió a producir por dentro, Calderón marcó el ritmo y Rudy y, sobre todo, Sergio Llull se dedicaron a derribar a los franceses con tiros desde fuera y con rápidas penetraciones. Con la mente aún en el vestuario, los galos se encontraron 16 puntos de desventaja en apenas cuatro minutos.

Con tal hándicap, los franceses se olvidaron de intentar reengancharse al partido y dejaron pasar los minutos. Los hombres de Scariolo no se apiadaron de los galos y siguieron aumentano, jugada a jugada, su intensidad. Desde el banquillo el seleccionador italiano les pedía seguir jugando bien para aprovechar cada posesión.

Al final todos los jugadores acabaron aportando cosas positivas. Pese a la abultada victoria, en el 'debe' de la selección aún hay bastantes aspectos como la dependencia del juego interior, la irregularidad o la bajada de ritmo cuando sale la segunda unidad. Todo ello se podrá seguir mejorando el viernes, cuando España se enfrente a partir de las 22.15 a Túnez en el tercer partido de la gira Ñ.

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