Después de los exigentes compromisos ante Gran Betaña y ante Francia, a España le llegaba la que, a priori era la rival más débil de todas a las que se iba a enfrentar en la gira preolímpica. Túnez, campeona de África, intentó jugar su rápido baloncesto, basado en el físico y en ataques sencillos con mucho movimiento de balón.
Sin embargo, poco más de diez minutos duró la igualdad en el marcador. España pareció sorprendenderse por el juego rival, por momentos muy anárquico, aunque siempre con muchos pases y con los pívots muy abiertos. La mayoría de sus jugadas incluían un 'bloqueo y continuación' y acababan o bien con triple o bien con penetración fácil.
Del mismo modo, en la canasta contraria los tunecinos comenzaron apretando mucho la línea de pase e impidiendo todo intento de tiro de los españoles. Pese a todo, después de los diez primeros minutos, el marcador reflejaba un 18-14 a favor de España gracias al trabajo en las alturas de Pau e Ibaka.
España pone la directa
Con la lección aprendida salió la ÑBA al segundo cuarto. Ajustó su defensa a los sistemas tunecinos, complicándoles todos los tiros y negándoles la posibilidad de penetrar. Las pérdidas africanas se convertían en contras españolas y los ataques en estático eran productivos gracias, sobre todo, a un Sergio Rodríguez que, en partidos a tan altas revoluciones, se mueve como pez en el agua.
Las bajas de Navarro, por precaución, y Rafa Martínez, de vuelta a casa después de concluir su periodo de invitado, apenas se notaron en un equipo que, según avanzaban los minutos empezó a divertirse y a divertir a los salmantinos que acudieron al multiusos de la ciudad.
El 'Chacho' y Rudy comenzaron a hacer las delicias de la gente con alley-oops, Pau empezó a demostrar lo bien que 'baila' bajo la pintura y Felipe, como siempre, se dedicó a realizar el trabajo sucio bajo los aros. Ibaka, Calderón y el resto de jugadores -incluso un Claver que llegó de Portland a las cinco de la tarde después de firmar por Portland y de que su avión sufriera un retraso- fueron poco a poco aportando su granito de arena para acabar acribillando a Túnez por 95-56.
El partido, además de para ganar confianza de cara a la 'revancha' ante Francia en París el próximo domingo, sirvió a Scariolo para probar sistemas, posiciones y jugadas. El único 'pero' fue que Marc Gasol no jugó en la segunda parte después de doblarse el tobillo en el segundo cuarto. No parece nada grave y la 'tanqueta' debería estar en el partido ante los franceses.
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