'A entrenador nuevo, victoria segura'. Es una de esas frases aceptadas en el mundo del fútbol y con la que los jugadores que estrenan técnico se motivan antes de ese primer partido. Muchas veces este precepto se cumple debido a que los futbolistas intentan convencer al nuevo entrenador para jugar jugando lo mejor posible y, por tanto, consiguiendo la victoria.
En el Alemania-Grecia de este viernes, ninguno de los dos conjuntos estrenará seleccionador, por lo que ni unos ni otros podrán apelar a la frase para atraer al factor suerte a su lado. Sin embargo, si de forma análoga extendemos la idea hasta el mandamás de un país, puede que sean los griegos los que partan con cierta ventaja en el partido.
Los helenos, que celebraron sus comicios el pasado domingo, tienen desde hace cuarenta y ocho horas un nuevo primer ministro. Es el conservador Antonis Samarás. Su partido, Nueva Democracia, formará gobierno en el parlamento griego junto a Pasok e Izquierda Democrática.
Aunque no podrá asistir a Gdansk, el partido ante Alemania será el primero de la selección absoluta de fútbol con él en la presidencia del gobierno. En caso de que los helenos lograran la victoria, podría empezar a acuñarse la frase de 'a nuevo presidente, victoria segura'.
Así, pues, si ya de por sí se trata de un partido con morbo por la situación de ambos países en la UE, rescate económico alemán de por medio, el hecho de que los griegos hayan estrenado presidente puede hacer que el fútbol se siga reinventando y aparezcan nuevas expresiones que atraigan la fortuna. Para ello, los griegos, sin su líder Karagounis, deben eliminar a la todopoderosa Alemania de los Özil, Scheweinsteiger o Mario Gómez.
Manu Albarrán
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