El primero en conseguirlo fue Alemayehu Bezabeh, que posee la mejor marca del año con 12:57.25, y demostró su excelente estado de forma. El etíope, nacionalizado español, marcó el ritmo de la prueba a partir de la cuarta vuelta y sólo se vio superado por el azerbayano Hayle Ibrahimov en los últimos metros.
Bezabeh no forzó, consciente de que los cinco primeros de cada serie se clasificaban directamente para la final del sábado, además de los cinco mejores tiempos entre ambas tandas. El fondista, con un tiempo de 13:34.44, dejó su sello y se configura como una de las opciones clara de medalla para la delegación española.
En la segunda serie, los otros dos españoles en concurso también certificaron su presencia en la final de los 5.000 metros. El actual campeón de Europa y de España, Jesús España, consiguió el pasaporte para la final con el segundo mejor tiempo gracias a un registro de 13:38.47.
España siempre tuvo controlada la ronda e incluso disminuyó su ritmo en los últimos metros, después de una carrera en la que dominó desde su ecuador Sergio Sánchez, quinta mejor marca mundial del curso, y que también se apuntó a la lucha por las medallas con un tercer puesto.
Sin embargo, el primer puesto de la serie recayó en el británico Mo Farah, vencedor en Barcelona de los 10.000 metros y que quiso demostrar su gran momento con la victoria, algo que no buscaron los españoles, que han preferido 'guardarse' de cara a la final y poder convertirse en medallistas continentales.
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