F1, GP de Abu Dhabi: Undécimo paseo del insaciable Vettel y remontada gloriosa de Alonso

Cuando uno no se cansa de ganar y, además, tiene el mejor coche, lo lógico en el circo de la Fórmula Uno es que siga triunfando. Sebastian Vettel volvió a ganar en el Gran Premio de Abu Dhabi sin sufrir demasiado y con una táctica tan efectiva como aburrida. Esta temporada lleva ya once victorias y sigue con opciones de igualar el récord absoluto de Michael Schumacher de 2004, cuando se llevó trece de las dieciocho carreras. En lo que sí ha alcanzado al heptacampeón es en número de triunfos consecutivos: ya van siete.

Donde volvió a haber emoción fue en la pelea por el podio y en la zona media del pelotón. La salida ya dejó bien claro que sólo ahí podrían enfocar las cámaras de televisión si querían incluir en el mismo plano dos coches a la vez. Vettel salía segundo y, aunque su coche le patinó un poco, llegó a la primera curva al frente del grupo. Webber salió peor y perdió dos posiciones. Rosberg fue el osado que intentó desafiar a los Red Bull.

Al alemán se le acabó el sueño tras el primer paso por boxes. Su lugar estaba tras Vettel -que logró un hueco de diez segundos en doce vueltas- y Webber, que le rebasó tras el primer cambio de ruedas. La pelea del alemán era con Grosjean. Uno sería tercero, el otro, cuarto.

Por atrás, mientras Raïkkönen abandonaba en la primera vuelta al romper la suspensión delantera tras golpear con un Caterham, Alonso empezaba pronto su remontada. En la salida superó a Hulkenberg y luego esperó. El asturiano salió con ruedas blandas con la idea de hacer una única parada. Sin desgastar mucho los neumáticos aguantó hasta la vuelta 17.

Al salir del pit lane, el español estaba a unos pocos segundos de un gran grupo formado por Sutil, Hamilton, Massa y Hulkenberg. El Force India hizo de muro infranqueable hasta que llegó Alonso. Hamilton adelantó a Sutil, pero éste le devolvió la pasada. Massa aprovechó el segundo encontronazo para rebasar también al inglés. Por detrás, Fernando adelantó a Hulkenberg y luego Sutil. Massa y Hamilton entraron al boxes sin vérselas con el asturiano.

Dicha pelea se aplazó para las últimas vueltas de carrera, tras la segunda parada. Y es que Fernando decidió cambiar de estrategia viendo que sus ruedas duras no llegarían hasta el final. Alargó su segunda parada más que nadie y, al volver, realizó una de esas locuras tan arriesgadas como históricas. Por el retrovisor vio que Vergne y Massa iban a salir junto a él; pero decidió no frenar. Siguió apretando y, ante el órdago del francés, el asturiano se salió de pista, llegando incluso a dar un salto tras 'comerse' un piano.

La acción le valió para ganar dos puestos. Quedaban diez giros y el asturiano salía con ruedas blandas. Por delante los objetivos eran Hamilton y Di Resta, cuyos neumáticos estaban más que desgastados. Apenas llegó a la estela de ambos, les superó sin demasiada oposición y se situó quinto. Fernando, que salía décimo con un Ferrari que dejó de evolucionar hace mes y medio, acabó remontando cinco puestos y finalizó por delante de Raïkkönen y Hamilton, sus rivales por el subcampeonato. El campeón, por supuesto, Vettel, cuyo hambre de victoria parece insaciable. Aún tendrá dos oportunidades más este año para alimentar su increíble palmarés, empezando por Estados Unidos en dos semanas.