Mala suerte para Fernando Alonso en el circuito de Shakir, en Bahréin. Al asturiano se le compió el DRS, una parte del alerón trasero de los coches que nunca había dado problemas. Este sistema, que se abre cuando el piloto pulsa un botón y se cierra al pisar el freno, se bloqueó a las pocas vueltas de comenzar la carrera.
Lo peor es que se bloqueó en abierto. Es decir, cuando Fernando frenaba, el alerón no volvía a su posición original, sino que seguía horizontal, dejando pasar el aire, obteniendo así el Ferrari más velocidad punta pero restando gran cantidad de carga aerodinámica y, por tanto, mucha velocidad en el paso por curva.
Así, Fernando se tuvo que despedir de su batalla contra Vettel por la primera plaza de carrera. El asturiano tuvo que entrar a boxes por primera vez en la vuelta ocho. Los mecánicos aprovecharon para cambiar las ruedas y bajar el alerón con la esperanza de que volviese a funcionar.
No fue así y en la primera vuelta tras salir de boxes el DRS volvió a quedarse abierto, obligando de nuevo al asturiano a visitar a sus mecánicos que volvieron a bajar manualmente el alerón. Fernando seguía en carrera, pero en última posición y sin DRS.
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