F1, GP Malasia: ¿por qué se pelean Vettel y Webber? Genealogía de una mala relación

Era el 11 de julio de 2010. Mark Webber vivía su cuarto año como piloto de Red Bull, mientras que el joven Sebastian Vettel apenas había completado temporada y media en el equipo austríaco. Ambos estaban peleando por el título mundial y llegaba el Gran Premio de Turquía, el séptimo de aquel año. Ambos se encontraron sobre el asfalto y empezaron a pelear por la posición. El desenlace fue parcialmente trágico: Vettel acabó fuera (y gesticulando que Webber estaba loco). El australiano acabó tercero en aquella carrera aunque el título final se lo llevó el alemán.

Aquel fue el primer gran roce entre los dos pilotos de Red Bull. Desde aquel año es ostensible el favoritismo del equipo por el joven alemán, piloto de futuro; a diferencia de un Webber que se encuentra en sus últimos años de profesional. El clímax en aquella guerra interna de 2010 llegó en Silverstone, cuando Webber venció y le dedicó un mensaje tan contundente como claro a su equipo: 'no está mal para un segundo piloto'. El 'aussie' dejaba salir en una frase pública todo el enfado y menosprecio que llegaba aguantando por parte de su equipo y que era tan evidente, por ejemplo, en el hecho de que las mejores para el coche llegaban primero al coche de Vettel.

Al año siguiente la cosa se calmó, puesto que el Red Bull era tan superior a los demás bólidos que Vettel se paseó en gran parte de las carreras. Webber, pese a todo, seguía viendo cómo había trato de favoritismo hacia el teutón y él quedaba en un segundo plano. El ejemplo llega, de nuevo, desde Gran Bretaña: a Webber le dicen por radio que abra distancia con Vettel cuando tenía opciones de adelantale. ¿Para qué tenía que hacer eso? Para retener a Alonso, que venía tercero y con opciones de todo.

Esta tensa calma se acabó en 2012, cuando, de nuevo, el nivel de los rivales volvió a acercarse al de Red Bull y Webber se veía con opciones de aspirar al título mundial. En esta ocasión incluso hubo negación pública por parte de Red Bull de que favoreciera a un piloto y de que nos les dejaran competir. Esto lo dijo el jefe del equipo, Christian Horner tras el Gran Premio de Corea, en el que Webber salía primero y Vettel segundo.

Aunque el australiano aún podía ser campeón del mundo, en ese tramo final del campeonato se dedicó a ayudar sumisamente a su compañero, sabedor que su futuro contrato dependía de ello (se habló de que había firmado para 2013 con Ferrari, pero ambas partes nunca llegaron a un acuerdo). El caso es que en la carrera de Corea, Webber dejó vía libre a Vettel y, mientras éste se escapaba, Webber volvía, por enésima vez, a cortar el ritmo de los demás pilotos. Victoria fácil para un Vettel que daba un paso de gigante hacia su tricampeonato.

Este 2013 parece que todo ha comenzado igual, o muy similar. Es probable que esta vez desde el equipo le dijeran a Vettel que respetase a Webber, pero es evidente que el alemán no ha hecho caso. No sabemos si habrá reprimenda de la directiva al piloto por su osadía y su desafío al equipo, pero la pregunta es ¿y si hubiera sido Webber el que hubiera desobedecido?