Los pocos optimistas crédulos que quedaban el sábado por la tarde después de que Sebastian Vettel lograba su quinta 'pole' de la temporada y Fernando Alonso sucumbiera de nuevo ante las debilidades de su Ferrari, pudieron en los primeros segundos del Gran Premio de Singapur justificar su confianza en el piloto asturiano.
Fernando adelantó cinco coches en apenas unos cientos de metros. Pasó del octavo al tercer puesto antes de llegar al primer giro del circuito de Marina Bay. En un abrir y cerrar de ojos, su objetivo de la carrera pasó de pelear por el podio a intentar dar la sorpresa y ganar al mismísimo Sebastian Vettel. Ante él habían sucumbido Massa, Hamilton -cuyos neumáticos le patinaron en la salida-, Webber y Grosjean, que pareció olvidarse de los de delante y se centró en intentar frenar todo lo que le llegaba por detrás.
La primera vuelta de Fernando podría haber sido perfecta si Nico Rosberg hubiese aguantado ante un Sebastian Vettel al que llegó a sobrepasar durante unos metros. El tricampeón del mundo le dejó pasar, frenó más para coger la buena trayectoria en el final de las primeras curvas enlazadas y le sobrepasó por la izquierda. Rosberg, mientras, le esperaba por su derecha.
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