Madrid.- El suizo Roger Federer se siente feliz en la tierra batida y así lo expresó hoy tras meterse en los cuartos de final del Masters 1.000 de Madrid al comentar que esa superficie "no tiene que ser una tortura".
"Me siento bien, no he jugado mucho en las últimas semanas o meses, y es difícil juzgar como está mi servicio", dijo Federer tras batir a su compatriota Stanislas Wawrinka y al analizar su temporada en arcilla.
"Para ganar Roland Garros el año pasado tuve que jugar al máximo, al igual que en Australia, pero la tierra batida no tiene que ser una tortura, por eso vengo con una sonrisa en la cara. Me hizo feliz ganar en París, como ganar aquí", dijo.
Federer se enfrentará en cuartos con el letón Ernest Gulbis con quien tiene precisamente una espina clavada este año. El de Riga le venció en la segunda ronda de Roma y el de Basilea no lo olvida.
"Gulbis tiene un servicio estupendo, sirve fenomenal en ambas esquinas, acompaña muy bien la bola, es rápido y en tierra dispone de un poco más de tiempo todavía. Le fue bien en Roma y aquí espero devolvérsela", expresó.
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