Filipe Luis, el triunfo de la fe, el trabajo y la ilusión de ir al Mundial

  • A Coruña.- Con fe, mucho trabajo y la ilusión de estar en el Mundial, el brasileño Filipe Luis, lateral del Deportivo, superó la lesión más grave de su carrera, una fractura de peroné que cortó en seco su mejor temporada a unos meses para la gran cita.

Filipe Luis, el triunfo de la fe, el trabajo y la ilusión de ir al Mundial
Filipe Luis, el triunfo de la fe, el trabajo y la ilusión de ir al Mundial

A Coruña.- Con fe, mucho trabajo y la ilusión de estar en el Mundial, el brasileño Filipe Luis, lateral del Deportivo, superó la lesión más grave de su carrera, una fractura de peroné que cortó en seco su mejor temporada a unos meses para la gran cita.

Sin embargo, no se desmoronó, sino todo lo contrario: exhibió fortaleza anímica y física desde el primer momento y se recuperó en tiempo récord para reaparecer ante el Mallorca en la penúltima jornada del campeonato de la Liga española.

Cuando el 23 de enero el portero del Athletic de Bilbao Gorka Iraizoz le cayó de forma fortuita encima de su pierna de apoyo, la derecha, en la acción en la que Filipe marcó su gol más triste y que abrió el camino de la victoria al Deportivo, Riazor se estremeció.

La tristeza invadió a todos los estamentos del equipo coruñés: sus compañeros se echaban las manos a la cabeza antes de dedicarle los otros dos goles que marcaron en ese partido, a Miguel Ángel Lotina, que le considera como un hijo, le costó aguantar el llanto, y a la afición le recordó otra grave lesión, la de Manuel Pablo el 30 de septiembre de 2001.

Filipe era, y es, una de las referencias del Deportivo, y su ausencia ha sido una de las causas que han supuesto la caída del equipo desde las posiciones europeas a la mitad de la clasificación en una segunda vuelta para olvidar, penosa, con números de descenso y la peor racha de la historia del club en Primera: once partidos seguidos sin ganar.

Se rompió con la vuelta, ayer, del brasileño, al que le bastaron un par de minutos en el campo, en el ecuador de la segunda parte, para tocar un balón, pasarlo a Valerón y participar en la jugada que Riki culminó en el área para volver a conseguir el triunfo y despedir con buen sabor de boca el curso en Riazor.

Filipe vio recompensado así todo el esfuerzo que ha realizado desde que entró en el quirófano, de urgencia, de madrugada, poco después del partido con el Athletic para que los médicos salvaran la luxación de tobillo que había amenazado la amputación de su pie derecho al dejarlo sin circulación sanguínea y le realizaran la osteosíntesis del peroné y la fijación tibio-peronea con tornillos.

El tiempo de recuperación estimado entonces para Filipe era de entre cuatro y seis meses.

Los médicos afirmaron que debía pensar ya en la próxima temporada, pero el brasileño, que prometió a Gorka Iraizoz, nada más salir del quirófano, que le marcaría un gol en el partido de la segunda vuelta, el próximo fin de semana, se ha recuperado en tres y medio.

Permaneció inmovilizado con una férula de yeso las primeras semanas, pero tras sesiones maratonianas de recuperación, que a veces se alargaban hasta la medianoche, el 3 de abril, quizás un poco temerario, sorprendió, y atemorizó, a todos en un entrenamiento en el que practicó lanzamientos a portería, algo que a su técnico, Miguel Ángel Lotina, le dio "miedo".

Filipe, que intentó llevar con excesivo sigilo su recuperación, volvió a ejercitarse por primera vez con sus compañeros en la ciudad deportiva de Abegondo el 20 de abril con el objetivo de reaparecer en los terrenos de juego en las dos últimas jornadas.

Y, como casi todo lo que se propone, Filipe lo ha conseguido. Ha acortado los plazos y ha vuelto a jugar antes del final de la temporada para poder tener así opciones de estar en el Mundial con Brasil, una meta que se propuso el pasado 22 de marzo, dos meses después de la lesión, mes y medio antes de una reaparición milagrosa y que le dio la sensación de un "debut".

"No podía esperar una vuelta mejor que ésta", confesó Filipe tras participar en el partido con el Mallorca: "Iba por el campo y me reía solo. La gente ha coreado mi nombre. He disfrutado con Valerón unos minutos, que es un sueño".

Su técnico, que en enero, en la comparecencia ante los medios de comunicación tras el partido ante el Athletic de Bilbao, afirmó, casi con lágrimas en los ojos, que Filipe no se lo merecía, reconoció que el equipo le echó "muchísimo de menos".

"Este equipo con Filipe es totalmente distinto y en este partido se ha demostrado. La idea es que juegue otro ratito en San Mamés y que se olvide de la lesión", manifestó Lotina.

El brasileño obvió el triunfo individual por el colectivo -"lo más importante es que el equipo volvió a ganar"- y, cumplido el sueño de regresar a la competición antes de lo previsto, expresó sus inquietudes sobre la lista de convocados que la próxima semana dará el seleccionador de Brasil, Carlos Dunga, y en la que no acaba de verse.

"La convocatoria es el martes. Sé que tengo pocas posibilidades, pero por lo menos lo he intentado y he llegado a tiempo. Tengo la conciencia tranquila", sentenció el lateral, que el pasado verano lloró cuando se frustraron las negociaciones para su traspaso al Barcelona y este curso ha visto cómo se le relacionaba con el Real Madrid, al que perteneció antes de llegar al Deportivo.

El viernes aseguró que si se hubiera cerrado su traspaso al club blanco el acuerdo ya habría sido publicado por los medios de comunicación, y recordó que tiene contrato con el conjunto gallego y que depende de la voluntad de su presidente, Augusto César Lendoiro.

"El año pasado daba por hecho irme al Barcelona, pero he visto que no soy dueño de mi futuro, sino que dependo del contrato con el club, que me lo ha dado todo. No voy a caer en el error del verano pasado", explicó Filipe, que durante su convalecencia fue visitado en su domicilio de A Coruña por el presidente del Madrid, Florentino Pérez.

Carlos Alberto Fernández

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