Fórmula 1: Alonso, del feliz espejismo de la salida en Bahrein a la cruda realidad

  • Fernando Alonso ha acabado el Gran Premio de Bahrein en la séptima posición tras empezar la carrera noveno, ponerse quinto en la primera curva y luego ir perdiendo posiciones hasta la novena, para acabar remontando un poco por los percances de otros pilotos. Un resultado menos malo de lo que se temía a mitad de carrera, pero que confirma que Ferrari tiene mucho que mejorar. El triunfo fue para el alemán Sebastian Vettel (Red Bull).
Jorge Ramírez Orsikowsky

El Mundial 2012 de Fórmula 1 va a ser duro para Ferrari, muy duro. Que si la falta de velocidad, que si problemas mayores que otras escuderías con la degradación de los neumáticos... Siempre pasa algo por lo que los bólidos rojos pierden las batallas en la pista con sus rivales. Ante eso, da igual que Fernando Alonso haga virguerías al volante, que siempre acaba chocando con la realidad, que dice que este va a ser un año, otro más, de sufrimiento. Salvo, claro, milagro a partir de la carrera en Montmeló con unas mejoras que deben ser la leche en bote para dar la vuelta a la tortilla, que los rivales tendrán las suyas.

La espectacular salida del piloto español en el Gran Premio de Bahrein fue un espejismo, acorde con un circuito enclavado en el desierto de Oriente Medio. Con su Ferrari, superó a cuatro coches en la recta y la primera curva. Un quinto puesto que permitía soñar con algo mejor... pero ahí estaba el techo de ‘Il cavallino rampante’. Las aspiraciones a sacar más puntos se fueron con el polvo con la misma velocidad.

A la inferioridad conocida con Red Bull y McLaren, los coches con los que en teoría debe jugarse el Mundial, se unía el peor rendimiento frente a unos Lotus que iban en bahrein como un tiro. El finés Kimi Raikkonen pronto dejó helado al español con su adelantamiento, uno de los muchos que iba a realizar, y Alonso enseguida encontró otro enemigo en el Mercedes del alemán Nico Rosberg, fácilmente identificable por sus maniobras al límite del reglamento, si no lo cruzaba sin más.

Al final, analizando la carrera, duelo con Rosberg al margen con algún adelantamiento recíproco, las pasadas de Fernando a otros pilotos casi se redujeron a las dos que hizo al británico Lewis Hamilton en boxes porque algún mecánico de McLaren tenía el día espeso o la pistola para quitar las tuercas averiada.O la que hizo al otro británico de su exequipo, Jenson Button, porque sufrió un pinchazo. ¿Llegará el milagro en el Gran Premio de Montmeló en España? ¿Las promesas serán otro espejismo? Por lo menos, con los McLaren no ha perdido puntos en Bahrein. Algo es algo.

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