Francia prepara con fe su fiesta popular antes de una final entre países hermanos

El anfitrión Francia se prepara con mucha confianza para desatar una gran fiesta popular el domingo, en la final de la Eurocopa-2016 ante Portugal en el Stade de France, en un derbi entre países hermanos con fuertes lazos históricos, que se encomiendan a sus superhéroes Antoine Griezmann y Cristiano Ronaldo.

Camisetas azules por las calles. La Marsellesa suena fuerte. Miles de hinchas franceses celebrando con la bandera tricolor (azul-blanco-rojo) pintada en las mejillas. ¿Es el Mundial de 1998 organizado y ganado por Francia? No, la Eurocopa, donde el entusiasmo popular alrededor de los Bleus no deja de subir a la espera de la final.

Sin embargo, Portugal confía en hacer historia grande y para ello debe romper un doble maleficio: nunca ganó un gran título internacional con la absoluta (subcampeón en la Eurocopa-2004) y jamás derrotó a Francia en partidos internacionales.

"Las probabilidades no ganan los partidos y tenemos que agarrarnos a eso. El cien por cien de los portugueses cree en la victoria de su equipo", señaló este viernes el armador Joao Mario, después de que la prensa le preguntara sobre su opinión de las encuestas que marcan que el 80% de los franceses cree en el título de los Bleus.

"No creo en porcentajes ni favoritismos. Respetamos a Francia por su historia y porque juega en casa, pero la selección portuguesa puede ganar por primera vez un título y estamos motivados. Todo puede pasar en una final", añadió el jugador del Sporting.

No obstante, hay algunos franceses que prefieren ser cautos, como el presidente de país, François Hollande, quien felicitó este viernes en Varsovia, antes de una cumbre de la OTAN, a los Bleus por la clasificación a la final con victoria 2-0 ante Alemania en Marsella, la víspera, pero señalando que no había que "quemar etapas" y que "lo más duro está por venir: ganar el campeonato de Europa".

La final, que dirigirá el inglés Mark Clattenburg (41 años), el mismo que pitó en la final de Champions ganada por el Real Madrid al Atlético Madrid en mayo pasado, donde se cruzaron CR7 y Grizou, está en boca de todos en Francia. Ciertos especialista comienzan a mencionar al francés, autor de un doblete ante la Mannschaft y ya casi con la Bota de Oro del torneo en el bolsillo por sus seis dianas, como candidato al Balón de Oro, si gana el domingo.

"Antoine es un jugador magnífico. Está progresando mucho y tiene los pies sobre la tierra. Espero que el domingo nos ayude a ganar el título", dijo el volante galo Blaise Matuidi. "Creo que Griezmann puede ganar el Balón de Oro. Si yo pudiera votar, lo haría por él", añadió.

No todos estarán en la fiesta. El legendario armador francés Michel Platini "no irá" a la final, indicó su entorno este viernes a la AFP, pese a que ha recibido invitaciones a título personal, autorizadas en el marco de su suspensión de cuatro años por parte de la UEFA y la Federación Francesa de Fútbol (FFF).

Platini tal vez no quiera ver cómo Ronaldo le quita el récord de mayor cantidad de tantos en Eurocopas (9), en una noche que podría ser del todo trágica si los lusos levantan el trofeo, que devolverá el español Xavi Hernández a las autoridades de la UEFA, en el recinto donde Francia se hizo grande del todo en el planeta fútbol, con la consagración mundial de 1998 con aquel equipo de Zinedine Zidane y el capitán Didier Deschamps, hoy en el banquillo de los Bleus.

Ambas selecciones llegan prácticamente a pleno, aunque la mayor duda está en Portugal, donde el central Pepe, que se perdió la semifinal ante Gales (2-0) por lesión, volvió a entrenarse, pero Fernando Santos lo usará si llega al ciento por ciento el domingo.

A falta de tres días para el cierre, la UEFA comenzó a hacer su balance del primer torneo europeo de la historia con 24 selecciones, que acaba con rédito financiero: beneficio de 830 millones (aumento del 34% en relación a 2012).

Otras selecciones ya piensan en sus números para el próximo objetivo: el Mundial de Rusia-2018. Gales, la revelación de Francia-2016, irá con la moral alta tras hacer por primera vez en su historia semifinales en una gran cita, y mucho más después de saltar al puesto once del ránking FIFA, delante de su hermano rival Inglaterra.

"Las clasificaciones pueden cambiar muy rápido y por lo tanto no hay que enloquecerse por el hecho de ser el mejor equipo británico clasificado" en la lista de la FIFA, declaró el seleccionador galés Chris Coleman este viernes.

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