Franz Klammer: "Hirscher puede ganar muchas veces más la Copa del Mundo"

  • El austriaco Franz Klammer, campeón olímpico en los Juegos de invierno de Innsbruck'76, en su país, sigue siendo, casi cuarenta años después de sus éxitos, el mejor descensista de todos los tiempos, ya que nadie ha igualado aún las 25 victorias en la disciplina reina que logró en la Copa del Mundo.

Adrian R. Huber

Kuala Lumpur, 26 mar.- El austriaco Franz Klammer, campeón olímpico en los Juegos de invierno de Innsbruck'76, en su país, sigue siendo, casi cuarenta años después de sus éxitos, el mejor descensista de todos los tiempos, ya que nadie ha igualado aún las 25 victorias en la disciplina reina que logró en la Copa del Mundo.

Ganador en cinco ocasiones de la Copa del Mundo de descenso, el 'Kaiser Franz' analizó en una entrevista con la Agencia EFE que tuvo lugar hoy, miércoles, en Kuala Lumpur -donde se entregan los Premios Laureus, de cuya Academia es miembro-, diversos aspectos de ahora y de entonces relacionados con el deporte rey invernal.

P: Su compatriota Marcel Hirscher acaba de ganar, por tercer año consecutivo, la general de la Copa del Mundo. Tiene 25 años. ¿Lo ve superando el récord de cinco victorias del luxemburgués Marc Girardelli?

R: Claro que puede ganar muchas cosas más. Es muy joven y tiene toda la carrera por delante. Puede ganar muchas más Copas del Mundo. Quiere empezar a entrenar descenso, pero eso es algo que yo no haría. Sí fuese él, yo me seguiría centrando en el eslalon y en el gigante. Porque si sigue ganando pruebas en esas disciplinas, automáticamente ganará la general de la Copa del Mundo.

P: Salvando las distancias, porque el esquí ha cambiado, ¿le recuerda Hirscher a Ingemar Stenmark (sueco) o a Alberto Tomba (italiano), los otros dos 'grandes' que ganaban sólo en esas disciplinas?

R: Claro. Ellos eran tan buenos en esas disciplinas que les bastaban para ganar la general. Igual que a él. Si acabas siempre en el 'top 3', ganas la Copa del Mundo. Aparte, hacer descensos conlleva muchos riesgos, en comparación con el gigante o el eslalon.

P: Usted es el mejor descensista de la historia. ¿Quién es el segundo?

R: (Se ríe) A mí me encanta siempre (el estadounidense) Bode Miller. Me fascina verle esquiar, porque es espectacular. Aunque actualmente el mejor es (el noruego Aksel Lund) Svindal. Si miramos sus resultados, siempre está ahí. Como mínimo, con opciones a ganar.

P: Austria también ganó la Copa del Mundo femenina, con Anna Fenninger. Su última victoria en la general hasta ahora era la de Nicole Hosp en 2007. Los aficionados austriacos han recuperado la sonrisa, ¿no?

R: Fenninger ha esquiado muy bien toda la temporada, pero especialmente al final, cuando explotó, también en los Juegos de Sochi (en Rusia, donde ganó oro y plata). Gracias a ese excelente final de temporada que tuvo, ganó la Copa del Mundo. Eso es muy importante para Austria, sí.

P: Los Juegos también salieron muy bien para un país, como el suyo, en el que el esquí es el deporte rey, ¿verdad?

R: Sí. Fue importante ganar el título olímpico de descenso, con Matthias Mayer, además del de eslalon (con Mario Matt), que es muy importante también. Fueron unos grandes Juegos para Austria. Pero sobre todo, sí, lo importante es ganar el descenso. Cuando ganamos el descenso, todo está en orden (ríe).

P: ¿Le sorprendió el oro de eslalon de Mario Matt, con 34 años?

R: Para mí, Mario Matt siempre fue favorito, porque esta pasada temporada siempre esquió muy rápido. Algunas veces se salió, pero cuando no lo hizo siempre marcó los mejores tiempos.

También fue así en la primera manga de los Juegos. Se puso en cabeza de forma destacada y supo mantener la ventaja de forma sólida en la segunda bajada. Mezcló experiencia con velocidad. Y, por eso, Hirscher (medallista de plata) no pudo con él.

P: ¿Qué recuerdos tiene de los Juegos de Innsbruck'76? Usted se convirtió en héroe nacional. Todos en su país esperaban que ganase el descenso olímpico. Y lo ganó. Desde entonces, Austria le adora.

R: Pues estaba claro que había que arriesgar a tope, porque con una bajada normal, no ganas. Tienes que arriesgar mucho más aún, porque sabes que siempre hay uno que pilla un día bueno. Por ese motivo, tienes que ser mejor aún que todo eso.

Para mí fue un alivio. Y muy importante para mi carrera, porque gané muchas pruebas de la Copa del Mundo, pero sin el oro olímpico, hubiese sido la mitad de bonito. Eso es así.

P: Me imagino que ese día habrá tenido una presión brutal, ¿no?

R: Sí. Pero estuve en condiciones de controlarla por completa; anularla y centrarme sólo en la carrera. Eso es lo que distingue también a un campeón.

P: Por detrás de la olímpica, ¿cuál es la victoria que más valora?

R: Cualquiera de las de Kitzbühel (donde ganó cuatro veces), por supuesto. También está la de Schladming (asimismo en Austria), porque fue la primera y fue brutal: la pista estaba completamente helada.

Obviamente, recuerdo de forma muy especial mi primera victoria en Kitzbühel, porque no sólo es el descenso más difícil: también es el más prestigioso. Es como Wimbledon, en tenis; o el Gran Premio de Montecarlo, en Fórmula Uno. Para un esquiador es el mayor reto y, al mismo tiempo, el mayor de los alivios, cuando se gana.

P: Por fortuna, ahora las medidas de seguridad en las pruebas de velocidad son infinitamente superiores a las de entonces, ¿no?

R: Bueno, pero eso es así. Yo siempre dije que cuando se ven los árboles, vas más despacio (ríe). Sólo hay que mantenerse en el centro de la pista.

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