Fútbol-chapa, la misma pasión por el "deporte rey" en un campo de moqueta

  • El IX Open "Ciudad de Cáceres" de fútbol-chapa ha reunido a jugadores de primer nivel del país en una disciplina que muchos recuerdan como un juego de la infancia y que ahora congrega a muchos aficionados adultos en torno a un campo de fútbol, pero no de césped sino de moqueta.

Lola Pizarro

Cáceres, 11 may.- El IX Open "Ciudad de Cáceres" de fútbol-chapa ha reunido a jugadores de primer nivel del país en una disciplina que muchos recuerdan como un juego de la infancia y que ahora congrega a muchos aficionados adultos en torno a un campo de fútbol, pero no de césped sino de moqueta.

Los cacereños Quini Romero y Juanma Muriel pusieron en marcha hace diez años la Asociación de Fútbol-Chapa de Cáceres, para rememorar los buenos momentos de su niñez.

Lo que no imaginaban, ha explicado Muriel, vicepresidente de la asociación, es que gentes de toda España se unirían a esta afición, ni tampoco que tendrían que ser los "inventores" del reglamento.

Una afición de la infancia cuando no había tantos juguetes ni tantos avances tecnológicos como ahora, aunque a través de uno de ellos, internet, echó a andar la asociación cacereña y la de Madrid, las primeras en España, ha apuntado. Porque el fútbol-chapa solamente se juega en España, es "cien por cien pata negra español", comenta Muriel.

A través de internet contactaron con varias personas que estaban interesadas en darle un impulso moderno al fútbol-chapa, crearon una página, un reglamento y empezaron a crecer los clubes.

En España hay once clubes, dos de ellos en Extremadura, Cáceres y Mérida, junto a Madrid la única comunidad que cuenta con más de uno.

Así nació el fútbol-chapa moderno, ha señalado Muriel, se hizo un reglamento y se creó la Federación Española, que ha sido absorbida por la Liga de Fútbol Profesional.

Lo primero que se plantearon al "inventar" el fútbol-chapa moderno fue cómo sería el campo y el balón, "cuando éramos pequeños se jugaba en el suelo de tierra con las chapas y un garbanzo", ha rememorado el vicepresidente de colectivo, pero ahora los campos son de moqueta y el balón es de Lego, "con un peso perfecto para jugar".

Pero lo que no ha cambiado son las chapas, que pueden ser de cualquier bebida, y también la "personalización", ya que como se hacía antaño cada jugador pega en el interior la imagen de las camisetas de su equipo o de su selección favorita, la única diferencia es que antes se hacían a mano y se recortaban y ahora se sacan por el ordenador.

Las reglas se basan en las del fútbol profesional, los partidos son de 15 minutos cada tiempo y los campeonatos tienen su fase de grupos, que se celebró ayer, cuartos, semifinales y final.

Pero la emoción es la misma, ha destacado Muriel, con goles, postes, faltas y penaltis, como si se tratara de un partido de fútbol.

Aunque según Muriel es más complicado que el fútbol "normal", y un buen jugador de fútbol-chapa debe tener paciencia, táctica de defensa y ataque, y buen pulso a la hora de chutar.

Pero la pasión por el fútbol-chapa también ha pasado a los más jóvenes y se ha podido ver a un niño de Cáceres que es uno de los mejores y que se atreve con los adultos, "a los que gana", según Muriel.

A los más jóvenes que no lo vivieron en su infancia se les transmiten valores como la honestidad, el compañerismo y la deportividad, y que además de divertirse sepan perder, ha apuntado.

Ese "fair play" de los jugadores ha podido verse en los partidos de clasificación, ya que no hay árbitros, reservados para las semifinales y la final. EFE

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