Guardado, goleador y asistente, mantiene su nivel sobresaliente en Segunda

  • El mexicano Andrés Guardado, centrocampista del Deportivo de la Coruña, ha sido determinante en la victoria de su equipo ante el Alcoyano (3-0) en un encuentro en el que anotó el primer gol, dio la asistencia del segundo y estuvo a un nivel sobresaliente, como en casi toda la temporada.

A Coruña (España), 17 mar.- El mexicano Andrés Guardado, centrocampista del Deportivo de la Coruña, ha sido determinante en la victoria de su equipo ante el Alcoyano (3-0) en un encuentro en el que anotó el primer gol, dio la asistencia del segundo y estuvo a un nivel sobresaliente, como en casi toda la temporada.

No pudo evitar el descenso del conjunto coruñés a Segunda División la pasada campaña, pero en la actual se ha propuesto devolverlo a Primera antes de acabar el contrato que comenzó en el año 2007, cuando desembarcó en la Liga procedente del Atlas de Guadalajara mexicano.

Ha sido el último gran desembolso del Deportivo, que inicialmente pagó 5,25 millones de euros por el 75 por ciento de sus derechos, y su fichaje generó unas expectativas muy altas.

A lo largo de su etapa en el Deportivo ha sido titular indiscutible, aunque las lesiones musculares, que se repitieron una temporada tras otra hasta la actual, en la que sí le están respetando, diezmaron su rendimiento.

En Segunda División, Guardado, que sigue siendo un fijo en su selección, va sobrado y lo corroboran sus números: en 25 partidos, más de 2.000 minutos sobre el terreno de juego, nueve goles y seis asistencias.

El último tanto, en el que explotó su velocidad, y el último pase, tras una acción de pillería ante un defensa rival, sirvieron a su equipo para sumar tres puntos más en su camino de vuelta hacia Primera División, en el que la aportación del centrocampista azteca le ha permitido dar muchos pasos y avanzar muchos metros.

Lleva cinco años en A Coruña, no ha ampliado su contrato, y su futuro parece lejos de Galicia, probablemente en Valencia, pero su presidente, Augusto César Lendoiro, se resiste a perderlo y se agarra a una mínima posibilidad, aunque es consciente de que es "casi imposible", como dijo esta misma semana.

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