Guardiola se quita un peso de encima con el triunfo en el Calderón

  • No lo había reconocido abiertamente, peroPep Guardiola y el Barcelona tenían una asignatura pendiente en elVicente Calderón, donde el Atlético les hizo doblar la rodilla enlas tres últimas temporadas. Esta temporada, por filn los azulgranas pudieron celebrar una victoria en el estadio rojiblanco.
El Barcelona superó con claridad al Atlético de Madrid (1-2).
El Barcelona superó con claridad al Atlético de Madrid (1-2).
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lainformacion.com / Agencias

Sufrió el Barca del entonces técnico Frank Rijaard unacontundente derrota en la jornada 26 de la campaña 2006-07. ElAtlético de Javier Aguirre se impuso 4-2. Un año después, los rojiblancos supieron endosarle otros cuatrotantos a los azulgranas, que anotaron tres para caer 4-3, ya conGuardiola en el banquillo visitante. Y la campaña pasada, de nuevo Guardiola sufrió el sabor delfracaso en el Vicente Calderón, en el único encuentro que su equipoperdió en toda la Liga (2-1). Fue el resultado que completó el tríode victorias rojiblancas en los tres últimos años.

Podía el Atlético haberle hecho firmar al Barcelona le peor rachade su historia en el Calderón si le hubiese ganado de nuevo. Nuncalos catalanes habían enganchado cuatro derrotas consecutivas enliga. Sin embargo, esta vez Guardiola se tomó la revancha. Después dehaberlo ganado todo con el Barcelona, le faltaba hacerlo en elVicente Calderón al Atlético. Y se le vio al técnico totalmente concentrado en la labor durantetodo el combate. Casi permanentemente levantado en su área técnica,no cesó de dar instrucciones a sus jugadores e, incluso, de increparal árbitro muchas de sus decisiones. Se enfadó varías veces con José Antonio Reyes, que se movió porsu banda, y se involucró en el encuentro como si un título estuvieseen juego.

Guardiola era consciente de la importancia de los tres puntos.Por un lado borraba el fantasma del gafe rojiblanco y por otro hacíaolvidar el grave traspié ante el Hércules de Alicante la pasadajornada. La goleada en Champions ante el Panathinaikos (5-1), unido altriunfo en el Calderón, el decimonoveno del Barcelona en la historiade la Liga, permiten a Guardiola hacer borrón y cuenta nueva y ponerla cosas en su sitio.

El Atlético dio guerra, pero menos de la esperada

El Atlético no supo esta vez hacerle frente. La baja forma de KunAgüero, que jugó convaleciente del golpe sufrido en San Mamés, fueacusada en exceso por los de Quique Sánchez Flores, que handisminuido el fuerte ritmo con el que empezaron la campaña alencadenar dos derrotas. La del jueves en la Liga Europa y la de hoyen el campeonato doméstico. No deben los rojiblancos, sin embargo, desinflarse por lacircunstancia. El Atlético suma seis puntos en tres partidos, merceda dos brillantes victorias ante el Sporting de Gijón y el Athleticde Bilbao, y el tropiezo en Europa tiene solución.

Además, los dos títulos recientemente logrados han dado unrespiro a la institución, que ya no tiene urgencias históricas.Tampoco el público, que llenó el Manzanares para apoyar como nunca asu equipo y que tributó una emocionante ovación a Andrés Iniestacuando fue sustituido por Mascherano casi al límite de tiempo. Laafición premió su tanto ante Holanda en la final del Mundial deSudáfrica.

La hinchada rezuma orgullo y entusiasmo ante el futuro. ElAtlético ha comenzado bien la temporada, a pesar de la justa derrotaante el Barcelona, que fue mejor. Guardiola se quitó un peso deencima. Por fin, se fue feliz del Calderón.

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