Hinchadas comparten ambiente festivo sin incidentes y con atención a Aguirre

Madrid, 25 may.- Los aficionados del Athletic de Bilbao y del Barcelona llenaron hoy Madrid de rojiblanco y azulgrana en las horas previas a la final de la Copa del Rey, en un ambiente festivo y de camaradería que se está desarrollando sin incidentes.

En las conversaciones, predominan las opiniones de los aficionados de ambos equipos sobre la polémica desatada por la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, al proponer que el partido se suspenda si se producía una pitada a los símbolos nacionales.

Varios aficionados de ambos equipos dijeron a Efe que lo que lamentan es que Aguirre, después de la polémica, haya decidido no vaya a estar en el palco del Vicente Calderón.

El centro de Madrid aparece hoy teñido de azulgrana y, sobre todo de rojiblanca -la Ertzaintza calcula que han viajado entre 40.000 y 50.000, casi el doble que sus rivales-, en un ambiente festivo que hasta medio día no ha dado lugar a ningún incidente, con las dos hinchadas compartiendo calles, bares y terrazas.

Banderas -casi ninguna ikurriña y alguna senyera-, bufandas, txapelas y decenas de miles de camisetas han mostrado durante todo el día el orgullo de pertenecer a dos de los clubes más antiguos y laureados de España.

Los aficionados se han concentrado en las dos zonas puestas a su disposición por ambos clubes junto al río Manzanares, cerca del Calderón, pero han llenado además la plaza Mayor, donde se escuchan una y otra vez el himno del Barça y el "alabín, alabán" de los bilbaínos, la Puerta del Sol y todas las calles adyacentes, por algunas de las cuales ni se podía transitar.

Muchos de ellos han recorrido también los paseos del Prado y Recoletos y se han hecho fotos en las plazas de Cibeles, que está vallada, y de Neptuno, donde celebran sus títulos el Real y el Atlético de Madrid, respectivamente, algunos de ellos "por el morbo", como decía una seguidora barcelonista.

También se han hecho hoy cientos de fotografías ante los leones de bronce de las Cortes, sobre todos los bilbaínos.

En general, los aficionados del Barcelona han viajado hoy mismo y regresarán a casa este noche, mientras muchos del Athletic llegaron ayer y pasarán en Madrid el fin de semana, normalmente en casa de amigos aunque también en hostales, a no ser que su equipo gane la Copa.

Si ganan, hasta los que tenían pensado quedarse volverán a mañana mismo a Bilbao para no perderse las celebraciones del domingo. En Madrid, la eventual celebración tendrá como escenario la mencionada zona reservada para la hinchara rojiblanca.

Unos y otros confiesan que no gastarán mucho, aunque no son pocos los que esta mañana llenaban, no sólo los bares y terrazas sino también los grandes almacenes, los comercios y las tiendas de recuerdos del centro de Madrid.

En la plaza Mayor, donde era evidente la mayor presencia de aficionados del Athletic, un seguidor del Barcelona, Félix, ha dicho a Efe que la proporción debía ser de 80 a 20, aunque en el campo sería otra cosa porque su equipo es "claramente favorito".

Juan, que ha viajado a Madrid con su hermana María, cree que ganar la Copa será "difícil" pero que "ilusión hay, y si juegan como contra el Manchester United se gana. Si sale un partido redondo y a ellos medio normal, se gana".

Después de hacerse fotos mutuamente ante la fuente de Cibeles, Irati, Marta y Elena, también del Athletic, han afirmado que es "difícil pero no imposible" derrotar al Barça y Xavi y María Jesús, del Barcelona, son precavidos y calculan las posibilidades de los dos equipos en un 50 por ciento.

Cerca de allí, después de posar para una foto con la fuente "madridista" de fondo, Enric Rovirosa, un hincha culé de El Vendrell, muestra el silbato que se ha traído para el partido y no oculta en quién pensará cuando lo use: "en Esperanza Aguirre".