Iker Martínez afirma que lograron reparar una orza sin que el 'Estrella' les pasara

Redacción deportes.- El campeón olímpico vasco Iker Martínez, co-patrón junto Xabier Fernández del IMOCA Open 60 español 'Mapfre' ha revelado esta mañana que han logrado "reparar una grave rotura en una de las orzas de deriva" sin que el 'Estrella Damm' les lograse pasar.

"Ha sido increíble", añadió. Segundo en la general, el 'Mapfre' mantiene desde hace varios días una dura lucha con el 'Estrella Damm' de Alex Pella y Pepe Ribes, que ayer se colocaron a sólo 10 millas (18 Km.).

"Estos días nos ha sido imposible ir más rápido y hemos visto cómo nos recortaban millas sin parar. La razón", explicó Martínez, "es que hace unos cinco días que chocamos contra algún objeto. Ya habíamos chocado varias veces pero sin percances, pero en esta ocasión rompimos una orza de deriva y empezamos a perder terreno con los de detrás".

"A primera vista era sólo la punta lo que se había roto, algo más de un metro y medio. Teníamos dos soluciones: parar en Nueva Zelanda o arreglar a bordo. La primera ni nos la planteamos y nos dispusimos a repararla", añadió el navegante vasco.

La orza de deriva es una pieza de cuatro metros de largo y 100 kilos de peso. Hay una a cada lado del barco en su parte central. "Entre los dos la sacamos de su guía y la pusimos en cubierta. Intentamos reconstruir la mayor parte posible y darle una forma lo más hidrodinámica posible", continuó.

"Luego había que laminar y no nos veíamos capaces de mover la orza, por lo que decidimos laminar ahí mismo. Lo hicimos lo mejor posible y decidimos tapar lo máximo posible toda la zona trabajada para que no se mojase y ver si a la mañana siguiente había secado, pero, pero por la mañana la orza estaba empapada, la resina no había tirado casi", se lamentó Iker Martínez.

"Decidimos moverla, aunque golpeándola un poco, y metimos la punta en el interior del barco pero la cosa sólo mejoró en humedad. Dentro del barco por la noche había 10º C. No era suficiente, así que hicimos un pequeño horno y con el motor del barco conseguimos que en esa zona la cosa mejorase un poco y pudiésemos trabajar la forma con otras masillas. Evidentemente nos hacían falta cinco botes de masilla y sólo teníamos uno. Otra vez motor, horno y todo tipo de ideas raras, pero se nos echaba el tiempo encima y también el 'Estrella Damm', que ya estaba muy cerca", añadió.

"Pudimos sacar fuera la parte de orza que teníamos dentro del barco pero llegó viento de 25 nudos (48 Km/h.) y fue imposible intentar poner la orza con agua por la cubierta. No fue hasta que el viento bajó a 20 nudos cuando la pusimos y en ese momento el "Estrella Damm" estaba a poco más de 10 millas en la popa, pero habíamos conseguido reparar y colocar sin que nos pasasen", celebró.