Inglaterra, ante el máximo desafío en 'su' Mundial

  • Cuna del rugby, Inglaterra alimenta la esperanza de conquistar ante su público la Copa del Mundo de 2015, lo que no pudo lograr en 1999 y sí en 2003 en Australia, en un desafío bonito pero estresante al mismo tiempo que hará subir la presión sobre los jugadores de Stuart Lancaster.

Doce años después de aquella consagración sobre el final ante Australia en Sídney, con un drop del apertura Jonny Wilkinson, el XV de la Rosa, única selección del Hemisferio Norte en haber ganado el título mundial, busca reverdecer sus laureles.

"Pienso que podemos ganar la Copa del Mundo con la ventaja enorme de jugar en casa, empujados por todo un estadio y un país, y con el talento y el carácter del grupo", dijo Lancaster.

"Para ello tendremos que mostrar nuestro mejor nivel durante los siete partidos y tener mucha consideración por nuestros adversarios empezando por la fase de grupos", añadió.

El sueño inglés es levantar el trofeo Webb-Ellis el 31 de octubre ante 80.000 personas en Twickenham, para imitar lo que hicieron los All Blacks ante Francia (8-7) en 2011 en su jardín del Eden Park de Auckland, y pintar un cuadro perfecto por el que trabaja Lancaster desde hace cuatro años.

Sin embargo, Inglaterra deberá estar enchufada desde el inicio del torneo, en el marco de un grupo A de la muerte con Gales y Australia como máximos rivales para los dos boletos a cuartos de final. Fiyi, que puede vestirse de aguafiestas en el debut, y Uruguay completan la zona.

Para llegar con ilusión a la cita, Inglaterra tuvo que reconstruirse de las cenizas de una campaña lamentable en 2011 que acabó en los cuartos de final.

Lancaster hizo crecer una nueva generación liderada por su capitán Chris Robshaw y sus lugartenientes George Ford y Owen Farrell, sin olvidar los encendidos tres cuartos Jonathan Joseph y Anthony Watson.

Stuart Lancaster, de 45 años, llegó al banquillo del XV de la Rosa como interino y se atornilló al sillón con buenos resultados, como el segundo puesto del Seis Naciones en 2012 y un triunfo ante los All Blacks en Twickenham una noche de noviembre de 2012 (38-21) que le abrió un enorme crédito.

Sus críticos le reprochan no haber ganado títulos en su mandato y sufrir tres caídas sin gloria ante Nueva Zelanda en 2014, mientras que sus defensores le valoran sus métodos de gestión.

Lancaster se ha beneficiado de la maquinaria de la poderosa Federación Inglesa (RFU), que se aseguró con su abultada chequera poner a disposición de su entrenador a los internacionales --aunque echarán de menos al centro Manu Tuilagi, fuera del Mundial por agresión a un policía-- para que arrancaran una seria preparación de Copa del Mundo a inicios de junio con unos cincuenta jugadores y un cuerpo técnico también extendido.

En su recta final de preparación, dos amistosos contra Francia han desatado las dudas. Una victoria en Twickenham con el equipo B (19-14) y una derrota en el Stade de France (25-20) con sus mejor hombres mostraron problemas de disciplina y muchas lagunas en varias fases de juego, aunque con buen ritmo y eficacia en ataque.

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