Valencia, 15 dic.- Roberto Íñiguez, que hoy fue presentado como nuevo entrenador del Ciudad Ros Casares, aseguró que dirigir por primera vez un equipo femenino no le supone un cambio sustancial, aunque aseguró que a las jugadoras es "más difícil engañarlas", lo que conlleva un plus de honestidad.
"Voy a entrenar a un equipo de baloncesto, a un gran equipo. No miro más. Habrá ciertas cosas y ciertos detalles pero nada más", explicó el técnico, que se mostró encantado de poder dirigir a un equipo plagado de estrellas.
"Se puede mejorar mucho la dinámica de trabajo en el cuerpo técnico en cuanto a planificación y objetivos", apuntó Íñiguez, que señaló que "igual ha faltado un poco unir, hacer un buen grupo de trabajo, con más ojos que los del entrenador".
"Soy muy exigente, el único camino es el esfuerzo y la constancia. No voy a hablar ni de lo que ha hecho bien ni de lo que ha hecho mal, pero debemos crear una serie de hábitos. Me preocupa que se piense que porque tenemos calidad al final van a salir las cosas. Si no tienes un poso de trabajo al final, cuando lleguen las dificultades no las superarás", señaló.
Por su parte, Lluveras resaltó que Íñiguez "es un profesional del baloncesto, un jugador de la ACB en su momentos y eso te hace tener un conocimiento perfecto de la vida en la élite".
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