Este viernes comenzó en All Star de la NBA en Nueva Orleans con el partido de los novatos como plato fuerte, pero también se celebró el All Star Celebrity Game en el que participan los rostros más conocidos del panorama americano. Y el gran protagonista fue Jarrius Robertson, un niño de 14 años que padece una enfermedad que afecta a su crecimiento.
Con tan solo un año fue operado para un trasplante de hígado y es muy conocido en Nueva Orleans por ser un gran seguidor de los New Orleans Saints de fútbol americano. Por ello, la organización del All Star le invitó a que siguiera el partido desde la grada.
Robertson sufre atresia biliar, una enfermedad congénita que afecta a su crecimiento entre otras problemas. Durante el partido de las celeridades comenzó a bromear con Draymond Green, jugador de los Warriors. Con el paso de los minutos se fue ganando al público y bajó al banquillo.
El culmen llegó en el último cuarto cuando Jarrius Robertson saltó a la pista para jugar unos minutos. El pabellón se puso en pie cuando anotó una canasta en su primer lanzamiento. Un momento para el recuerdo de la historia del All Star.
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