Henin llegaba a Holanda como primera cabeza de serie. Y no defraudó. La belga, que no había perdido ni un solo set en todo el torneo, cedió el primero de la gran final, aunque se repuso en los dos siguientes gracias a su sólido saque (5 'aces' y tan sólo 3 dobles faltas, la mitad que su rival) y a su veteranía.
La tenista número 18 del mundo tuvo que luchar contra una rival que le rompió el primer saque en cada uno de los tres sets, pero su mayor regularidad le bastó para hacerse con el cuarto torneo en hierba de su carrera y el segundo del año tras el de Stuttgart, jugado en tierra batida.
Esta victoria tiene más valor, si cabe, para Justine Henin, ya que se produce justo antes de disputarse uno de los grandes torneos de la temporada, Wimbledon, tercer 'Grand Slam' del año.
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