Kanouté, el ídolo del sevillismo, se despide a lo grande del Sánchez Pizjuán

  • El delantero malí Frederic Kanouté, el ídolo del sevillismo, se ha despedido esta noche a lo grande de su afición en el partido del Sevilla contra el Rayo Vallecano, que cerraba esta temporada en el Ramón Sánchez Pizjuán, visiblemente emocionado, con un gol y el cariño de la grada.

Sevilla, 5 may.- El delantero malí Frederic Kanouté, el ídolo del sevillismo, se ha despedido esta noche a lo grande de su afición en el partido del Sevilla contra el Rayo Vallecano, que cerraba esta temporada en el Ramón Sánchez Pizjuán, visiblemente emocionado, con un gol y el cariño de la grada.

Después de siete temporadas como sevillista y al cumplir contrato en junio, Kanouté saltó al campo en el minuto 66 sustituyendo al croata Ivan Rakitic y en medio de una gran ovación del sevillismo, aunque desde el principio del partido la grada ya coreó su nombre y, sobre todo, cuando empezó a calentarse en la banda tras el descanso.

El 'gigante' malí, continuamente aplaudido por sus fieles y con el clásico cántico de "¡Oh, Kanouté, oh, Kanouté, todos queremos que marque Kanouté!", no defraudó al sevillismo pues cerró con un tanto, a pase de Jesús Navas, el 5-2 que su equipo le endosó al Rayo.

Los aficionados sevillistas, que en gran número mostraron su enfado con algunos jugadores y con los gestores del club por la nefasta temporada, con consignas como "Súbeme el carné, súbeme el carné", también corearon, sin embargo, gritos de agradecimiento a Kanouté, entre ellos "Nosotros te queremos, Freddy quédate".

Frederic Kanouté, que tras lograr el gol enseñó una camiseta con la leyenda "Gracias", fue partícipe y uno de los grandes protagonistas del Sevilla que ganó seis títulos entre 2006 y 2010, pues marcó en casi todas las finales que ganó su equipo (dos UEFA, Supercopa de España, Supercopa de Europa y dos Copa del Rey).

Al final del encuentro, todos sus compañeros se quedaron en el césped y acompañaron al delantero africano mientras éste agradecía, muy emocionado, a la grada el cariño que le profesa, tras lo que fue manteado en el mismo terreno de juego por la plantilla sevillista.

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