Kevin Garnett redebuta en Minnesota Timberwolves: Regresa medio jugador; vuelve el mito intacto

    • Siete años y medio después de salir de los Timberwolves para ser campeón con Boston, regresa a un equipo en plena reconstrucción.
    • Elegido con el número 1 del draft de 1995, es el segundo jugador que más dinero ha ganado en la historia de la NBA, más de 300 millones de euros.
    • En su primera etapa en Minnesota, fue MVP y cambió la historia de una franquicia perdedora que sólo ha jugado playoff con él.

Sus articulaciones chirrían después de más de 1.500 partidos en la NBA, ya no es capaz de saltar tanto ni de matar con tanta fuerza, pero el regreso de Kevin Garnett a Minnesota siete años y medio después evidenció que sigue siendo la misma personalidad rutilante y expansiva que aterrizó en la Liga hace dos décadas. Big Ticket redebutó con los Timberwolves, en eterna reconstrucción desde su salida en 2007, cogiendo las riendas emocionales de un bloque imberbe, lleno de proyectos de estrellas que ahora se encomiendan a Wiggins, número uno del draft. La efigie de Garnett en Minnesota sobrepasa cualquier código de vestuario, y desde su primer día, la victoria ante Washington, ejerció como el líder absoluto. Lideró la piña inicial y el lenguaje gestual ratificó que es una leyenda que trasciende con mucho a su status actual de jugador venido a menos. 'Increíble tener a Big Ticket de vuelta. Qué gran atmósfera. Es parte de la familia', escribió Ricky Rubio en Twitter.

Garnett regresó a la franquicia que puso en el mapa de la NBA. Su irrupción a mediados de los noventa, unida a la de otros jugadores como Allen Iverson o Kobe Bryant contribuyó crucialmente a transformar una liga que afrontaba con incertidumbre el final de la era Jordan en uno de los productos más atractivos a nivel planetario de la industria del deporte. La llegada de estos hombres, salidos directamente desde el instituto, unido al aperturismo internacional, gestaron la NBA tal como la conocemos hoy en día. Además de uno de los mejores ala-pívot de la historia, Garnett es en sí mismo una de las marcas deportivas más prolijas de siempre. Sólo Bryant le supera en cuanto a ingresos de por vida de sus contratos NBA, habiendo ganado más de 300 millones de euros en sus dos décadas en la liga.

El éxito de Garnett como ídolo de masas, en cualquier caso, nunca respondió a un plan de marketing o personal branding. 'El negocio está por todos los lados y es horrible para los jugadores. Deseo que demos un paso adelante y entendamos que es una liga de jugadores', dijo en una ocasión. KG nunca pretendió ser alguien con una cara amable propicia para los anuncios y las campañas publicitarias. Sus ingresos en este apartado están en torno a los 4 millones de dólares, a años luz de los 53 de LeBron James.

Un competidor nato, Garnett tuvo que huir de Minnesota con 31 años para competir por el título en Boston, donde ganó la NBA en 2008 y jugó la final dos años después. Los Celtics asistieron a la transformación de un jugador que era el todo en los Timberwolves para pasar a ser una pieza más (destacada) de un equipo coral liderado por Paul Pierce y con otras estrellas como el veterano Ray Allen o el emergente Rajon Rondo. 'Con Doc Rivers, era como Cuba', explicaba. 'No tienes mucho que decir. Si el entrenador te dice una cosa y no te gusta, busca otro espectáculo del que ser parte. Lo entendí desde el primer día, y si él me necesita para jugar como pívot, algo que no me gusta, lo haré. Me pidió que jugara como cinco porque creía que era lo mejor para el equipo y así se hizo'.

Sus números bajaron en todos los apartados y nunca volvió a hacer una temporada de veinte puntos o diez rebotes, pero se quitó el mono de la espalda de ser una grandísima estrella sin anillo. Su contribución al único título de Boston desde 1986 fue decisiva. Una lesión de rodilla en 2009 y la secuencial deconstrucción de los Celtics amplificaron la sensación de declive que se ha acentuado este curso en Brooklyn. Convertido en símbolo absoluto, vuelve al lugar donde empezó todo, a una franquicia sin rumbo antes y después de su salida. Sin Garnett, Minnesota Timberwolves es la nada. Sólo con él han tenido temporadas ganadoras y presencias en playoff. Sólo con Garnett algún día se permitieron creer que podían ganar un título. Regresa lo que queda del jugador. Vuelve el mito al completo.

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