La autopsia de los holandeses revela que murieron por traumatismos craneales

  • La exjugadora holandesa de voleibol Ingrid Visser y su novio, Lodewjik Severein, de la misma nacionalidad, murieron como consecuencia de los golpes que recibieron en la cabeza propinados con gran violencia, lo que les provocó fracturas craneales con lesiones irreversibles.

Murcia, 14 abr.- La exjugadora holandesa de voleibol Ingrid Visser y su novio, Lodewjik Severein, de la misma nacionalidad, murieron como consecuencia de los golpes que recibieron en la cabeza propinados con gran violencia, lo que les provocó fracturas craneales con lesiones irreversibles.

Así se recoge en el informe definitivo de autopsia entregado en el juzgado de instrucción de Molina de Segura que investiga el doble asesinato ocurrido hace ahora 11 meses en una casa rural de esa localidad murciana.

El informe de la autopsia, al que ha tenido acceso Efe, revela que Visser y Severein debieron recibir el ataque por sorpresa, ya que en sus cadáveres no se han encontrado signos de lucha o defensa.

En cuanto a la fecha de la muerte, los forenses del Instituto de Medicina Legal de Murcia señalan que debió ocurrir 14 ó 15 días antes del 26 de mayo pasado, cuando fueron hallados enterrados en un huerto de la pedanía murciana de Alquerías.

El informe comienza con la descripción de las lesiones que presentaba Severein, en el que se recogen cuatro contusiones en la bóveda craneal y en la mandíbula inferior, que quedó fracturada, que los forenses califican de irreversibles y que fueron las causantes de su fallecimiento.

En cuanto a Visser, que presentaba casi una veintena de contusiones y hematomas en el cráneo, señalan que debieron ser producidas, como en el caso de su pareja, con un objeto romo de grandes dimensiones y utilizado con gran violencia.

Respecto al momento en el que fueron producidas las heridas, los forenses comentan que no se pueden concretar el orden en el que se produjeron porque todas se sucedieron en un corto período de tiempo.

Asimismo, indican que ambas muertes son encuadrables "dentro de la violencia de tipo homicida".

Por este doble asesinato permanecen en prisión Juan Cuenca, exgerente del club de voleibol murciano en el que jugaba Visser, y los presuntos autores materiales de los crímenes, Ion Valentin y Constantin Stan, ambos de nacionalidad rumana, mientras que el dueño de la finca donde fueron enterrados los cuerpos, Serafín de Alba, está en libertad bajo fianza.

Una quinta imputada, María Rosa Vázquez, está en libertad desde que prestó declaración en el juzgado, donde se declaró inocente.

Juan Cuenca está pendiente de que la jueza instructora, Olga Reverte, atienda su solicitud de prestar declaración, a lo que se había negado hasta ahora en protesta por el secreto de las actuaciones.

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