La duda de Laporta: ¿pesarán más las Copas de Europa o las copas en Luz de Gas?

"Solidaritat Catalana per la Independencia" es el nombre del proyecto que Joan Laporta ha creado en su intención por hacer carrera política. Tras siete años como máximo mandatario del equipo azulgrana, el abogado catalán decidió dar el salto a la arena parlamentaria engengrando su propio partido, puesto que sus coqueteos con otras formaciones nacionalistas no fructificaron.

Laporta ha dejado siempre claras sus convicciones independentistas, manifestándose a favor de una "Catalunya lliure", y utilizando en más de una ocasión su posición como presidente del Barcelona como altavoz. Ese hecho ha sido criticado por sus 'enemigos', tanto deportivos como políticos, y es una de las muchas "batallas" a las que ha tenido que hacer frente desde que se diera a conocer allá por el año 1998 con la plataforma "Elefant Blau", opositora al entonces presidente Josep Lluís Núñez.

Una nueva batalla se le presenta a Joan Laporta, tras decidir la Asamblea de compromisarios del Barcelona que el consejo directivo de Sandro Rosell plantee una acción social de responsabilidad contra él y su junta por el último ejercicio contable, que muestra 79 millones de euros pérdidas, y unos gastos "no corrientes" que ascienden a los 6'5 millones, y entre los que aparecen jets privados, restaurantes, catering del Camp Nou, tarjetas VISA o viajes no deportivos.

En la balanza: logros deportivos vs. escándalos y desfalcos

Ante el inmejorable bagaje en forma de títulos que cosechó el abogado catalán al frente de la entidad azulgrana, su gran aval de cara a las elecciones catalanas, todas las informaciones sobre gastos personales en juergas, viajes y diversos eventos a cargo de las cuentas le pueden pasar factura entre sus votantes potenciales. En su "currículum" lucen dos Copas de Europa (el doble de las que había conseguido el Barcelona en su centenaria historia), la irrepetible temporada de los seis títulos, cuatro ligas, el 2-6… y esto sólo en la sección de fútbol. Además, en su haber también está el traer a Ronaldinho o Dani Alves, dar la alternativa a Guardiola, y haber mantenido como azulgranas a Iniesta, Xavi o Messi.

Frente a estos éxitos deportivos, Laporta ha protagonizado numerosos episodios vergonzosos e impropios de un cargo como el que ocupaba. En la memoria de todos quedarán aquellas imágenes del por entonces máximo mandatario blaugrana en calzoncillos en un detector de metales del Aeropuerto de El Prat, o también sus fotografías en la discoteca barcelonesa 'Luz de Gas', celebrando con desenfreno una victoria sobre el Real Madrid.

A la luz de la 'Due Diligence' llevada a cabo por la directiva de Rosell, varias de estas fiestas fueron costeadas por las arcas del Barcelona. Tal y como informábamos el pasado sábado, en la última temporada el club pagó con VISA un total de 318.000 euros, procedentes de la tarjeta del escolta de Laporta, con 56.000 euros en restaurantes y locales nocturnos en sus vacaciones, o los gastos de un vicepresidente que se dejó 26.000 euros en hoteles de Dubai o Qatar.

A la hora de ir a las urnas, los votantes que se planteen utilizar la papeleta "Solidaritat Catalana per la Independencia" deberán hacer frente a la duda de valorar más la buena gestión deportiva de Laporta, o en cambio castigarle por los sus excesos a costa del club.