La falta de nuevos gimnastas preocupa a China, pese a mandar en el medallero

  • La competición de gimnasia artística en Londres 2012 acabó aupando otra vez a China al primer lugar del medallero (cuatro oros), pero la falta de relevos para la generación dorada de la pasada década y las nuevas reglas de puntuación preocupan al país, que teme perder su reinado en el futuro.

Antonio Broto

Pekín, 8 ago.- La competición de gimnasia artística en Londres 2012 acabó aupando otra vez a China al primer lugar del medallero (cuatro oros), pero la falta de relevos para la generación dorada de la pasada década y las nuevas reglas de puntuación preocupan al país, que teme perder su reinado en el futuro.

El empuje de Estados Unidos y la aparición de nuevas estrellas en países de menor tradición, como Holanda (Epke Zonderland) o Brasil (Arthur Nabarrete Zanetti), han reducido a menos de la mitad la cosecha de oros china en comparación con las nueve de Pekín 2008.

La situación preocupa al deporte chino especialmente en la categoría masculina, después de que en Pekín se llevaran todos los oros menos uno, mientras en Londres sólo consiguieron tres de los ocho y, lo que es peor, ni siquiera metieron a uno de sus gimnastas en la final del individual completo.

La retirada tras Pekín 2008 de estrellas como Yang Wei o Li Xiaopeng (ahora periodista encargado de relatar este deporte en la televisión estatal china), y el anuncio de retirada del "Rey de las Anillas" Chen Yibing después de la plata londinense en ese aparato, no se han compensado con la llegada de nuevas figuras.

Ha tenido que ser Zou Kai, quien ya ganó tres oros en Pekín y en esta ocasión se hizo con un oro y un bronce, quien tirara del equipo en la Olimpiada londinense, y es él quien pide que nuevos talentos empiecen a tomar el relevo, ya que en Río de Janeiro, con 28 años, ya no se ve entre los mejores.

"La generación dorada se retiró con 28 años, si los hubiéramos reemplazado con nuevos talentos no estaríamos en la situación actual", señaló el ahora quíntuple campeón olímpico chino.

La gran victoria china en Londres fue el oro masculino por equipos (la imagen del quinteto formando la bandera nacional sosteniendo cada uno una estrella se ha convertido en un icono en el país), pero incluso en este caso los analistas son duros.

"Se puede considerar que tuvieron suerte, si se ven los muchos errores que cometieron en la clasificación", señala la agencia oficial Xinhua en un artículo que repasa la actuación de la gimnasia china en Londres.

Además, a China le preocupan nuevas regulaciones de puntuación y en otros ámbitos que prepara la federación internacional, que según señala Zou Kai "se aplicarán a partir del próximo año para reducir el dominio chino en el deporte".

En la gimnasia femenina, donde no hubo tanto dominio local en Pekín (dos oros, frente a uno en Londres) la preocupación quizá es menor, pero la retirada de la mejor saltadora, Cheng Fei, y el amargo cuarto puesto en la final por equipos han sido jarros de agua fría para el país.

La líder del equipo, He Kexin, que cambió su oro en asimétricas de 2008 por una plata en 2012, y sus lágrimas tanto en este "fracaso" como en el de la competición por equipos, simbolizaron el sentimiento agridulce de la gimnasia china, que, si bien fue la mejor en Londres 2012, ya no fue la gran dominadora de Pekín 2008.

Para China lograr oros en gimnasia, uno de los deportes rey de las Olimpiadas, ha sido siempre una cuestión de Estado, desde que en la primera participación del país comunista en unos JJOO (los de Los Ángeles 1984) el gran ídolo nacional fuera Li Ning, que en aquellos Juegos se hizo con tres oros, dos platas y un bronce.

Li Ning es ahora la principal marca de ropa deportiva nacional (fundada por el propio gimnasta), y fue el legendario deportista quien encendió el pebetero olímpico en Pekín 2008, lo cual da buena cuenta de lo importante que es para el gigante asiático seguir teniendo figuras en este deporte.

Y ello, pese a que sus escuelas de gimnastas a veces sean criticadas en los medios occidentales por las duras condiciones de entrenamiento de niños, que suelen empezar con apenas seis o siete años y viven una infancia consagrada a convertirse, aquellos que puedan, en los mejores atletas del mundo.

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