La dos veces ganadora de la Copa del Mundo y vigente campeona mundial en descenso y super Gigante, una de las máximas atracciones de los JJOO de Vancouver, Lindsey Vonn, es duda por una caída que sufrió la semana pasada durante un entrenamiento.
Los dolores han hecho que la estrella se plantee su participación en algunas pruebas e incluso hay quien duda si finalmente podrá estar presente en los Juegos, con lo que las pruebas de velocidad de esquí perderían uno de sus máximos atractivos.
De todas maneras, los expertos aseguran que las posibilidades de que Lindsey Vonn pueda hacerse con la medalla de oro se han reducido considerablemente. Y todavía no está claro que pueda disputar la primera prueba de la combinada, prevista para el domingo.
"Tengo que esperar. Por lo menos hasta que me ponga los esquíes y vea cómo me siento. Estoy pensando cuidadosamente sobre cuál sería la decisión más acertada. No sé si debemos renunciar a algunas sesiones de entrenamiento para poder disfrutar de más descanso. Voy a ver día a día. Todo lo que puedo decir es que voy a hacer todo lo posible. Pero jamás he tenido una lesión tan dolorosa y no sé cómo se van a ir desarrollando los acontecimientos".
De momento lo que sí ha hecho es parar en seco. No se ha vuelto a poner los esquíes desde que se produjo la lesión hace una semana en Austria, mientras entrenaba el slalom.
Asegura que hasta ahora le resultaba imposible ponerse la bota derecha sin notar "un dolor tremendo", pero puede caminar sin dificultad y asegura que es optimista y que "por mi no va a quedar. Voy a dar todo lo que pueda y espero estar en condiciones".
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