La isla vive una fiesta en las calles tras el retorno del Tenerife a la LPF

  • El Tenerife ha cerrado en L'Hospitalet su billete de vuelta al fútbol profesional, un viaje imprescindible para la viabilidad económica de la entidad tras un periplo de dos temporadas en Segunda División B en el que el objetivo inequívoco era lograr el ascenso, y una multitud de aficionados se han echado a la calle para celebrarlo.

Santa Cruz de Tenerife, 2 jun.- El Tenerife ha cerrado en L'Hospitalet su billete de vuelta al fútbol profesional, un viaje imprescindible para la viabilidad económica de la entidad tras un periplo de dos temporadas en Segunda División B en el que el objetivo inequívoco era lograr el ascenso, y una multitud de aficionados se han echado a la calle para celebrarlo.

El conjunto de Álvaro Cervera cayó en Hospitalet por 1-0, pero hizo valer el resultado de ida de 3-1, los bares estaban llenos, el Ayuntamiento de la capital tinerfeña colocó pantallas gigantes en algunas plazas de la capital y tras el pitido final las calles fueron una fiesta.

Aunque ha disputado trece temporadas en Primera División, distribuidas en cuatro etapas, el equipo isleño volverá el próximo curso a competir en su hábitat más natural, ya que de las 60 temporadas que el CD Tenerife ha estado en categoría nacional, 36 participaciones han sido en la categoría de plata.

La inestabilidad deportiva ha marcado el último lustro de la entidad que preside Miguel Concepción, con cuatro cambios de categoría -dos ascensos y dos descensos- en cinco temporadas.

Esta circunstancia ha provocado que la afición del CD Tenerife celebre el ascenso a Segunda División menos de cuatro años después de haber logrado subir a la máxima categoría.

En la campaña 2008/2009, con José Luis Oltra en el banquillo insular, el equipo tinerfeño logró retornar a Primera División tras siete años consecutivos en la segunda categoría del fútbol español.

El CD Tenerife mantuvo el bloque que logró ascender para competir en la máxima división, pero fue insuficiente como para lograr la permanencia y descendió en la última jornada en Mestalla.

La aventura en Primera División duró solamente un año, José Luis Oltra fue señalado como responsable del descenso y Miguel Concepción tomó la determinación de no renovar al entrenador.

La entidad volvió a confiar en Santiago Llorente en la dirección deportiva y contrató al técnico Gonzalo Arconada para que lideraran un proyecto que retornara esa misma temporada a Primera División.

Sin embargo, no fue el año del CD Tenerife y el entrenador vasco fue despedido tras perder los primeros cinco partidos oficiales.

Juan Carlos Mandía, Antonio Tapia y David Amaral, además del interino Alfredo Merino, fueron los nombres de los otros tres entrenadores que pasaron esa temporada por el banquillo insular y que no pudieron evitar, en una temporada pensada para ascender, que el equipo cayera en Segunda División B 24 años después.

Pedro Cordero fue el encargado de una remodelación completa de la plantilla tinerfeñista, adaptándola a las condiciones económicas de la categoría, que lograra el ascenso a Segunda División.

En otro año inestable en el banquillo, con tres entrenadores distintos, el CD Tenerife terminó la temporada regular segundo clasificado, superó en la promoción al Badalona y al Linense, pero quedó apeado en la tercera y definitiva eliminatoria ante la Ponferradina.

Tras no conseguir el objetivo, Pedro Cordero no fue renovado como director deportivo y se le otorgó la responsabilidad a un hombre de la casa, Quique Medina, que tenía el reto de hacer un equipo con el mismo objetivo pero con más restricciones económicas.

Con Álvaro Cervera de entrenador, el CD Tenerife logró acabar la Liga primer clasificado y, por lo tanto, poder optar al ascenso por el camino corto, en una temporada de incertidumbres económicas en la que el club llegó a estar en una situación preconcursal.

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