La plenitud del Cristiano Ronaldo más goleador

    • El portugués está exuberante en el plano físico, la complicidad con Ancelotti es total y es más generoso que nunca.
El Real Madrid sigue encomendado a Cristiano
El Real Madrid sigue encomendado a Cristiano

Cristiano Ronaldo está alcanzando su plenitud física y, a cinco meses de cumplir los 30 años, una madurez personal que explican el excelente rendimiento de este inicio de temporada. La felicidad del portugués se refleja en el campo con goles y gestos como el que protagonizó, tras el primer gol al Athletic, cuando llamó a James y Marcelo para festejar el tanto al ritmo de un baile colombiano. Hacía mucho que no se veía una celebración de este tipo en un jugador que ha pasado por distintos estados de ánimo y problemas físicos desde que está en el Real Madrid. Desde las diferencias con el club por su renovación, el divorcio con Mourihno, las lesiones, las decepciones por no ganar títulos, los pitos...

Ha protagonizado un cambio evidente. Desde no celebrar los goles, verle más serio o enfadado a reírse y soltarse abiertamente al baile. Pasa por su mejor momento en el Real Madrid y hay varias claves que expliquen su transformación. Se siente reconocido por el club, importante para el entrenador, con el que mantiene una alta complicidad, querido por los compañeros y la afición, realizado tras ganar la Champions y marcar en su país, recuperado de sus molestias en el tendón rotuliano, elogiado por los rivales, añorado por su ex club, el Manchester United, con liderazgo... Estas son las claves del mejor Cristiano Ronaldo:

Tiene el reconocimiento económico del club. Cristiano Ronaldo es el futbolista mejor pagado de la plantilla y lo seguirá siendo por muchos años. Gana 17 millones de euros en concepto de sueldo y este año va a alcanzar la cifra y superar los 20 millones por los objetivos que ha logrado. El club le va a premiar por la conquista del Balón de Oro y también por la consecución de la Champions, además de por haber sido el máximo goleador en la Liga y la Bota de Oro en Europa. También por la consecución de la Supercopa de Europa. Florentino Pérez ha dejado claro que es la estrella del equipo y no puede llegar otro que rebase su tope salarial. En este sentido ha quedado claro que la llegada de Falcao, que estaba como loco por jugar en el Real Madrid, suponía que el delantero colombiano se equiparara con el portugués en el primer escalón salarial. El presidente no lo ha permitido.

Complicidad con Ancelotti. Cristiano Ronaldo admira a Ancelotti. Lo mismo le sucede al entrenador italiano con el portugués. La complicidad entre el técnico y la estrella es otra de las claves que explican el buen momento de este futbolista. Es el único jugador indiscutible en el once, que juega siempre y no es sustituido. Ancelotti ha dicho recientemente, antes de jugar contra el Ludogorets, que Cristiano es el mejor jugador que ha entrenado. Tras la goleada al Deportivo dijo que era un fenómeno. Después de ganar al Athletic manifestó que merece ganar el Balón de Oro. Las palabras de apoyo público del entrenador refuerzan la autoestima de un jugador que necesita poco para motivarse.

Físicamente está a tope. Las molestias en el tendón rotuliano han desaparecido. El descanso tras el Mundial, además de una pretemporada específica en la que renunció a ir con la selección, en el primer parón de la competición, le han sentado divinamente. Está ágil, explosivo, fuerte y muy rápido. Lo ha demostrado con goles en los que se ha impuesto a sus rivales por velocidad, como en Villarreal o el segundo que marcó en una jugada de contraataque al Athletic. También por su potencia en el salto, como al Deportivo o el primero al Athletic. Está por encima del resto.

Libertad de movimientos. Se está beneficiando de jugar más cerca del área y de no ocupar una posición fija en el campo. Juega por el centro y aparece por ambas bandas. Se mueve, incluso, por delante de Benzema. El '7' juega más adelantado que el '9' del equipo y sus compañeros le buscan como el último rematador. Es el finalizador de las jugadas y su instinto goleador, sumado a su capacidad física, han hecho posible que lleve 13 goles en seis partidos de Liga, dos en la Champions y otros dos en la Supercopa de Europa.

Apoyo de los aficionados. En cada partido que juega en el Bernabéu escucha un cántico que le sirve como un empujón más para subir su ambición de seguir marcando goles y ganando partidos. 'Cristiano, Balón de Oro' y 'Cristiano, Cristiano...' son los cánticos que retumban en la grada del estadio y que hacen que se sienta reconocido y querido por los aficionados.

La conquista de la Champions y la ambición por el Mundialito. Cristiano Ronaldo fichó por el Real Madrid para ganar los mejores títulos y, en especial, la Champions. Haberla conseguido en su país ha sido su mejor momento desde que es futbolista. Así se lo confiesa a sus compañeros. Con el que tiene una relación cada vez más especial es con Sergio Ramos, al que admira por su capacidad para competir, del que se quedó impresionado por su gol de cabeza en Lisboa, que fue clave para llegar a la prórroga y ganar esta Copa de Europa. Cristiano y Ramos hablan el mismo idioma, se dicen las cosas a la cara, van de frente, discuten y acaban dándose un abrazo. La complicidad es alta y son dos jugadores que hablan de aprovechar este ciclo ganador para conquistar otra Champions. Su próximo objetivo es ganar el Mundialito.

Un líder más veterano en un vestuario más joven. No lleva el brazalete, pero es, junto a Casillas y Sergio Ramos, el jugador que toma decisiones en la plantilla. También se siente importante en un grupo rejuvenecido con la llegada de Kroos, James y otros como Carvajal, Isco, Illarramendi y Nacho. Los jóvenes y otros como Coentrao y Benzema admiran a la estrella portuguesa. "Es un extraterrestre", dijo Carvajal tras la goleada al Athletic. Hay que quedarse con una frase del luso después de marcar tres goles al Athletic: "Benzema es el mejor delantero de la Liga y uno de los mejores de Europa". Un gesto de reconocimiento a un futbolista que se le mide solo por su eficacia goleadora.

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