El técnico del Real Madrid, José Mourinho, no tuvo que quedarse muy contento al acabar el partido. En primer lugar, porque tuvo que verlo en un palco por la sanción de la UEFA que arrastra desde la pasada campaña. En segundo lugar, porque el equipo no realizó un gran partido aunque fuera muy superior.
Pero lo que, sin duda, debió enfadar más al entrenador portugués fue la falta de puntería de sus hombres. 23 remates y sólo un gol, el de Ángel Di María. El portero rival, Kelava, se convirtió en el hombre del partido por méritos propios y también fallos ajenos.
'Mou' ya se ha quejado en público anteriormente. Lo hizo tras el partido contra el Getafe y quizá lo haga de nuevo en Zagreb, o lo haga por él Aitor Karanka por aquello de que se sentó él en el banquillo. Jugadores como Cristiano Ronaldo, Di María, Mesut Özil, Karim Benzema y compañía no pueden perdonar tanto. El equipo blanco, que en la Champions ha debutado de rojo, ha chutado a puerta 88 veces en dos partidos de Liga y uno de Champions, y ha marcado 11 goles, seis al Zaragoza, cuatro al Getafe y uno al Dinamo.
Tres victorias, pero sólo una muy clara, la primera. Ante el Getafe pudo costar cara la falta de puntería, y el Dinamo, aunque atacó poco, también estuvo a punto de dar un susto, pero Casillas salvó los muebles en un mano a mano. Le conviene al Real Madrid afinar y ser más efectivo porque ante rivales más poderosos podría pagarlo caro. 11 goles en tres partidos son muchos, pero pocos si se ve la cantidad de remates.
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