La Real se convierte en la revelación del campeonato con un modelo de cantera

  • La Real Sociedad puso en La Coruña el punto y final a una de las temporadas más brillantes de su historia, gracias a un exitoso modelo basado en los jugadores de cantera tres años después de ascender de Segunda División y con la etiqueta de equipo revelación del campeonato.

Carlos Rodríguez

San Sebastián, 3 jun.- La Real Sociedad puso en La Coruña el punto y final a una de las temporadas más brillantes de su historia, gracias a un exitoso modelo basado en los jugadores de cantera tres años después de ascender de Segunda División y con la etiqueta de equipo revelación del campeonato.

El equipo entrenado por el francés Phililipe Montanier, clasificado para la previa de la Liga de Campeones, ha conquistado a los aficionados al buen fútbol gracias a un juego preciosista y de búsqueda constante de la portería rival, una apuesta que le ha convertido en el tercer equipo más realizador de toda la Liga, superado únicamente por los inalcanzables Barcelona y Real Madrid.

El gran mérito de Montanier, y por extensión de la Real Sociedad, comenzó a primeros de noviembre cuando el equipo vasco perdió en casa contra el Espanyol y rozaba los puestos de descenso, la masa social dirigía sus fobias hacia el banquillo y los jugadores eran un mar de dudas en el ofensivo sistema de juego implantado en dos temporadas por el técnico galo.

Cuando todo parecía indicar que la etapa Montanier llegaba a su fin y el club le buscaba un repuesto de urgencias, pero también de garantías, se produjo un increíble punto de inflexión y la Real comenzó a ganar jornada tras jornada.

Todo se inició con un triunfo en Málaga, el 10 de noviembre, que dio un balón de oxígeno al técnico y a unos jugadores que empezaron a creer en sus posibilidades, de forma que los resultados sufrieron una gran transformación y el casillero se llenó de puntos al enlazar una larga racha en positivo.

La Real, desde aquel encuentro contra el Español, sólo volvió a perder en dos ocasiones más, una en el Bernabéu contra el Real Madrid a principios de año y otra en abril en Getafe, para sumar finalmente los 66 puntos que le devuelven a Europa diez años después.

Esta cifra es la segunda más alta que consigue en Primera División, solamente superada por la alcanzada en la temporada 2002/03 cuando hizo segundo con 76 puntos y estuvo a punto de ganarle una Liga al Real Madrid.

Estos buenos resultados se han logrado con una plantilla de cantera, en la que únicamente hay seis futbolistas que no se formaron en casa.

Montanier ha entregado los galones de mando al joven Asier Illarramendi por segundo año consecutivo, ha confiado el centro de la defensa en un barbilampiño Iñigo Martínez y ha apostado finalmente en la delantera por Imanol Agirretxe, un jugador que todavía no había demostrado la gran calidad que atesora y que generaba muchas dudas en sectores importantes de la grada.

El otro pilar del éxito realista han sido los refuerzos foráneos, con el mexicano Carlos Vela en la mejor temporada de su carrera profesional brillando jornada tras jornada, un "Chory" Castro cumplidor al que las lesiones le han impedido alcanzar el máximo de su rendimiento y el incombustible Claudio Bravo en portería dando muestras de solvencia.

En el capítulo de los que no pudieron triunfar sobresalen dos nombres, el de José Ángel, que vino cedido por la Roma y que apenas ha dispuesto de oportunidades ante las prestaciones del catalán De la Bella, y el del uruguayo Diego Ifrán, del que siempre se espera algo más.

Ahora los jugadores están ya de vacaciones y todos en San Sebastián esperan el mes de agosto en el que el sorteo decidirá una buena parte de la suerte de los blanquiazules para el próximo curso liguero, con esa ronda preliminar que decidirá si la fase de grupos de la Champions fue el sueño de una noche de verano o confirma las grandes expectativas que tienen los aficionados con el actual grupo realista.

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