"La Roja" descorcha el champán en el Tour

Montargis (Francia).- Reims, la ciudad del champán, donde ayer acabó la etapa del Tour, celebró el triunfo de España sobre Alemania (1-0) descorchando botellas de vino espumoso y en la cercana Eparnay, inicio de la jornada de hoy, aún "sacaban pecho" los ciclistas españoles ante compañeros de otras nacionalidades.

El corredor cántabro Oscar Freire, que ya sabe lo que es ganar tres mundiales de ciclismo, subrayó hoy a Efe antes de la salida que los holandeses de su equipo habían tenido "un subidón" el día que se clasificaron y que ayer le "tocó" a él.

El corredor del equipo holandés Rabobank se mostró "confiado" en que España pueda ganar el domingo a la selección conocida como la naranja mecánica. "A priori Holanda parece más fácil que Alemania, aunque nunca se sabe", precisó.

El murciano Luis León Sánchez, hermano del futbolista Pedro León, quien jugó en el Levante, Valladolid y Getafe, aseguró: "Vi el partido y luego a cenar bien contento, están en la final, a ver si tienen suerte de ganarla porque como todos los españoles espero que ganen".

"Dentro del equipo se vivió un gran ambiente porque hay muchos aficionados y todos lo vivimos muy intensamente", dijo Luis León, quien pronosticó en la final un 2-1 para España.

El asturiano Samuel Sánchez comentó: "Me mandé mensajes con el Guaje, no marcó pero es igual porque el equipo ganó. Vi la segunda parte y el juego fue espectacular, la Roja en estado puro".

"A Villa, Mata, Javi Martinez, Llorente los conozco y por eso este deporte lo sigo más. Es como en los coches con Alonso, en las motos con Pedrosa, Elías o Lorenzo, que los conozco, les apoyo a todos. En la final vamos a ganar 3-2, aunque vamos a sufrir", dijo.

Alberto Contador relató que vio la primera parte en el masaje y la segunda en la televisión con todos los compañeros. "Lo vivimos con tensión, íbamos 1-0 y los últimos minutos no se acababan. Brincamos cuando marcó Puyol, era importante. En la final confío en los nuestros, hacen un juego que desborda mucho y este año no se nos puede escapar".

El corredor del Cervelo Carlos Sastre se atrevió incluso a analizar técnicamente el partido. "Estuvimos siempre al pie del cañón. Fue tremendo, tenemos tres alemanes en el equipo y llevaban tres días con las camisetas de su país, ayer no salieron de su habitación. Nosotros salimos a por el partido y ellos a defenderse, eso es lo que nos dio la victoria".

"En la final, sólo con un 1-0 yo sería el tío más feliz del mundo", señaló el corredor abulense, ganador del Tour de Francia en el año 2008.

El corredor alicantino del Caisse D'Epagne Rubén Plaza Molina también describió a Efe la satisfacción de los españoles de esa escuadra. "La última parte estuvimos viendo el partido en el autocar y nos llevamos una gran alegría".

"Los más futboleros del equipo son Eusebio Unzue (director), que lleva un par de días fuera, e Iván Gutiérrez (actual campeón de España) y él lo celebró mas que nadie", precisó Plaza.

"El domingo hay que ganar a los penaltis o como sea, pero hay que ser campeones del mundo", recalcó a Efe José Joaquín Rojas mientras hablaba con Plaza sobre el partido de ayer, justo antes del control de firma en Epernay, a treinta kilómetros de Reims.

La mayor celebración en Reims tuvo lugar en la Asociación Española de esta ciudad, que se halla en pleno centro, en un local en el que unas doscientas personas ataviadas con la camiseta de la selección vieron anoche el partido en una pantalla gigante.

La sede sólo abre los fines de semana pero acoge a sus miembros en los partidos de España durante el Mundial. Esta asociación lleva funcionando 42 años, la abrieron los emigrantes españoles y al local acudía el cónsul español para solucionar problemas de documentación, según explicó a Efe un asociado natural de Ponferrada (León).

Banderas del Villarreal, Real Madrid, Real Valladolid y Athletic Club presidían la sala junto a otra del Stade de Reims, equipo que acaba de subir a la Segunda División francesa y que llegó a jugar una final de la Copa de Europa ante el Real Madrid en la década de los cincuenta.

Todavía a altas horas de la madrugada, muy cerca de la catedral de Reims, donde se coronaba a los reyes de Francia, se podían escuchar gritos de ¡España, España!. "La Roja" puede coronarse el domingo y el Tour de Francia estará pendiente.