La victoria ante el Caja Laboral le cambia completamente la cara al Bizkaia

  • Bilbao.- La espléndida victoria de la última jornada ante el Caja Laboral Baskonia le ha cambiado completamente la cara al Bizkaia Bilbao Basket, que ha disipado casi de un plumazo las dudas que se cernían sobre un proyecto ambicioso pero que no acababa de arrancar.

Bilbao.- La espléndida victoria de la última jornada ante el Caja Laboral Baskonia le ha cambiado completamente la cara al Bizkaia Bilbao Basket, que ha disipado casi de un plumazo las dudas que se cernían sobre un proyecto ambicioso pero que no acababa de arrancar.

Con el que ha sido su primer triunfo de relumbrón en la nueva cancha de Miribilla, el Bilbao Arena, el equipo de Fotis Katsikaris se ha aupado a la quinta plaza de la tabla clasificatoria. Un puesto muy diferente al que hubiese caído, el décimo, de haberse cumplido los pronósticos frente al poderoso vecino vitoriano.

Pero más que clasificatorios, que los ha tenido, y de singular importancia ante la obligación autoimpuesta en la entidad de mantenerse siempre en plazas coperas, la victoria del domingo ha tenido efectos tranquilizadores para un equipo que no terminaba de dar confianza a sus seguidores.

Había dudas sobre el valor real de una plantilla que no es precisamente barata y en la que los bases estaban bajo sospecha en los instantes finales, cuando habitualmente se deciden los encuentros. Tampoco el plantel de aleros, acreditado, se mostraba en plenitud y, por dentro, excepto Marko Banic, el resto de pívots dejaban que desear.

Contra el Baskonia casi todo fue diferente. Aaron Jackson, aunque con algún titubeo final, dejó claro que no es Javi Salgado, pero que con su juego radicalmente diferente puede aportar lo suyo. Ayer, 26 puntos.

También estuvo especialmente brillante Alex Mumbrú, el líder que espera Katsikaris. El campeón del mundo estuvo a la altura de la fama que le acredita con una mañana magistral en la que regaló alguna canasta memorable. Con el catalán a ese nivel, el Bizkaia tiene mucho andado.

Como Chris Warren y Dimitris Mavroeidis parecieron recuperarse del letargo en el que estaban sumidos -el americano hasta el punto de quedarse sin jugar y verse casi sentenciado- y Axel Hervelle va cogiendo su nivel, el equipo de negro gozó de la profundidad de banquillo con la que contaba el que diseñó la plantilla.

Alguien -Kastikaris- que se marcó sin tapujos estar siempre entre los ocho primeros y que ve las cosas mucho mejor desde la atalaya de una quinta plaza en la que la Copa del Rey se otea más despejada que la semana pasada.

El Bizkaia deberá refrendar su posición con un calendario que no es nada fácil y con la única ventaja sobre el noveno y décimo del diferencial de puntos. Precisamente ante uno de esos equipos, el Baloncesto Fuenlabrada, noveno, es contra el primero que tiene que hacerlo el próximo domingo.

Al nivel de la última jornada, en todo caso, Fuenlabrada, Zaragoza y Menorca a domicilio, y Barcelona, Estudiantes y Cajasol en casa, no parecen ser suficientes obstáculos para impedir que el Bizkaia viaje a Madrid a mediados de febrero. Aunque con las dudas anteriores a la visita del Baskonia la cosa se presume mucho más complicada.

Ramón Orosa

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