Vitoria, 1 jun.- Laboral Kutxa puso punto final ayer a la temporada 2013-14 tras caer en cuartos de final ante el Barcelona, lo que deja al equipo baskonista por segunda temporada consecutiva fuera de las semifinales de Liga Endesa.
Lo que era una tradición de nueve temporadas en las que el equipo estaba entre los cuatro mejores, se ha torcido en los dos últimos cursos por la irregularidad en el juego colectivo.
La afición azulgrana encajó con decepción y frustración el punto final y a lo largo de los últimos meses ha venido expresando su disgusto y malestar en diferentes ocasiones.
La bajada en el número de espectadores que se congregan en el Buesa, con entradas muy flojas en un recinto con 15.500 butacas, o los pitos de reprobación para técnico y jugadores han sido los mejores ejemplos que corroboran el desencanto que se ha instalado en la exigente parroquia baskonista.
En su deseo por mejorar y apuntalar al club, Josean Querejeta ya apuntó hace cuatro meses el término de la refundación de la entidad en un intento por volver a recuperar la competitividad de la que siempre ha hecho gala el Baskonia.
En esa línea de refundación, el Baskonia tiene abierta una ampliación de capital de 600.000 euros y deberá acometer en los meses estivales una importante renovación en el vestuario con muchas altas y bajas para recomponer el equipo y ser de nuevo ilusionante.
Así espera poder volver a colocar al Baskonia entre los aspirantes y candidatos a ganar un trofeo, algo que no sucede desde que hace cuatro años la mágica canasta y tiro libre adicional de Fernando San Emeterio diera al club su última Liga ACB.
El equipo ha disputado la Liga Endesa, Euroliga, Copa del Rey y Supercopa, pero siempre viendo a distancia los momentos decisivos en los que llegar a levantar alguno de los trofeos.
En la competición doméstica, un sexto puesto en la fase regular, 15 derrotas y no tener el pasaporte a las eliminatorias por el título hasta la penúltima jornada son el mejor resumen de la debilidad e irregularidad que ha exhibido el grupo de Sergio Scariolo.
En la carrera hacia el título, ha sido de nuevo descabalgado a las primeras de cambio por el Barcelona y el año pasado lo fue por el Herbalife Gran Canaria.
Si los canarios apearon al Baskonia por baloncesto, los catalanes han evidenciado la pésima configuración de una plantilla sin los mimbres necesarios para poder competir ante planteles de mayor calidad.
En Euroliga, cuajó el Baskonia sus mejores sensaciones en la fase regular, en la que se aseguró su presencia entre los 16 mejores del continente sin agobios y a falta de dos jornadas.
Sin embargo, el Top 16, con cinco triunfos y nueve derrotas, fue un doloroso transitar por las pistas de Europ,a donde se recibieron algunos batacazos muy severos y nunca estuvo el equipo en condiciones de aspirar a meter la cabeza entre los cuatro primeros y jugar los cuartos de final.
Igual sucedió en Copa del Rey, competición en la que de nuevo se rompieron marcas al quedar fuera de las semifinales por primera vez tras 12 temporadas.
En la Supercopa, en los inicios de octubre del pasado año y en los albores de la temporada, el contundente 73-98 encajado ante el Barcelona ya fue un anticipo de lo que iba a ser la campaña al enfrentarse a conjuntos más redondos y potentes.
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que lainformacion.com restringirá la posibilidad de dejar comentarios