Lágrimas, sorpresas y un Uchimura humano marcan la clasificación de la gimnasia masculina en Rio-2016

Lloró el brasileño Hypolito al salir del tapiz y reencontrarse con el éxito, clavó la mirada al suelo el hexacampeón mundial Kohei Uchimura cuando se resbaló de la barra, palideció el técnico del francés Ait Said al ver su pierna quebrada: la gimnasia masculina de Rio-2016 eligió a sus finalistas a lo grande.

"Cometí un error. Normalmente no hago eso", afirmó 'King Kohei' al terminar sus rotaciones en la mañana, pese a tener su plaza asegurada.

Es cierto que el emperador de la gimnasia desde 2009, y campeón olímpico del concurso general en Londres-2012, no tiene por costumbre equivocarse, mientras su extraordinario dominio técnico y la precisión de sus movimientos despiertan dudas sobre si su gimnasia es de este mundo.

Y el ucraniano Oleg Verniaiev vino a Rio para demostrarlo. El campeón europeo de 'all around' sorprendió al conquistar la primera plaza de la clasificación por delante de Uchimura, convirtiéndose así en uno de los principales aspirantes a derrocar al rey.

En la apasionante batalla del miércoles también tendrán un lugar especial el ruso David Belyavsky y el chino Shudi Deng, tercer y cuarto mejores clasificados este sábado entre los 24 gimnastas que disputarán la final del concurso general.

Allí también estará el colombiano Jossimar Calvo, que no decepcionó en su debut y también entró con la 13ª mejor calificación.

Quien no tuvo un estreno olímpico tan dulce como se esperaba fue el cubano Manrique Larduet, una de las últimas sensaciones de la gimnasia mundial.

Pero a pesar de haberse clasificado en una discreta 15ª posición a la final individual -una pálida entrada para quien hace diez meses conquistó la plata mundial, sólo por detrás del mismísimo Uchimura-, Larduet se fue este sábado de la Arena Olímpica mucho más fuerte de lo que entró.

"Confíen en mí, que me he preparado muy bien", dijo después el atleta de 20 años.

En la cuarta rotación de la mañana, Manrique se cayó en el aterrizaje de su salto del potro, cuando aún le quedaban dos ejercicios donde se jugaba todo: las barras paralelas y la fija.

"El fallo en el salto me dejó un poco nervioso y las paralelas eran un objetivo fundamental. Si consigo clasificarme también en la barra voy a ponerme contentísimo", afirmó antes de conocer el resultado de las otras subdivisiones.

Y lo consiguió. Último entre los ocho clasificados en barra fija, Larduet estará en la final de la semana que viene, así como en la de paralelas, donde entró como cuarto.

Al otro extremo de su carrera y con la tranquilidad que da la experiencia, el chileno Tomás González también se llevó una dulce sorpresa al meterse por los pelos en la final de salto, la misma en la que se quedó a un paso de las medallas en Londres.

"Lo de hoy es lo mejor que hice en salto en este ciclo olímpico, por lo que si me tengo que ir, me voy muy feliz, contento de haberme sobrepuesto a la mala evaluación que tuve en suelo", explicó el chileno, disconforme con los jueces.

Pero si de alguien fue la fiesta este sábado, fue de la gimnasia brasileña. A hombros de un público totalmente entregado, que no dejó de corear a sus cinco atletas y de celebrar cada uno de sus ejercicios, el equipo del país anfitrión se clasificó en sexto lugar a la final por equipos en su debut olímpico.

Arthur Zanetti, pionero del oro en la gimnasia latinoamericana y que defiende su título olímpico en anillas, cumplió pronto con su parte y aportó una buena nota en su aparato, el único con el que va a participar en el equipo. Aunque el ejercicio, algo conservador, sólo le valió el quinto lugar individual.

El éxtasis se completó con la entrada de los otros cuatro gimnastas en respectivas finales, incluido el cuarto puesto en suelo del veterano Diego Hypolito, que rompió a llorar en cuanto salió del tapiz.

Todo apunta, sin embargo, a que el título por equipos estará de nuevo en manos de las grandes potencias tradicionales, con China a la cabeza, seguida en la clasificación por Estados Unidos, Rusia y Japón.

El peor momento de la jornada se vivió en la tarde, cuando el gimnasta francés Samir Ait Said sufrió una impresionante lesión en la pierna izquierda que resultó en una doble fractura de tibia y peroné, al aterrizar mal de su ejercicio de salto, con la parte inferior completamente retorcida.

Poco antes, y también en la misma ronda, el alemán Andreas Toba se lesionó en la rodilla durante la prueba de suelo y, aunque que luego siguió en la de potro con arzones, fue diagnosticado finalmente con una lesión en el ligamento cruzado.

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